A sus 157 años desde las Leyes de Reforma hechas por Benito Juárez en donde separó la Iglesia y el Estado en la Constitución de 1857, fue un parte-aguas en donde durante muchas décadas se mantuvieron al margen ambas partes por la buena sanidad política interna del país, al igual para quienes realmente buscaban alimentar el alma y creencia en Dios sin necesidad de estar escuchando cuestiones de política o manipuleo de la misma Iglesia en intervención exclusivas de decisiones presidenciales.

Con el tiempo se fueron limando asperezas en donde es difícil determinar con exactitud cuándo sucedió, sin embargo, existen registros marcados en la historia de nuestro país en donde la aparición de políticos en ceremonias religiosas se hacía presente no solo entre los feligreses sino también eran dadas a conocer en la prensa escrita.

La participación de alcaldes y gobernadores, pero sobre todo la del Presidente de México fue aumentando con sus asistencias a ciertos eventos importantes en el Vaticano en donde todo formaba parte de una buena relación con la Iglesia y las diferentes naciones.

Como un común acuerdo así estuvo trabajando la Santa Sede con nuestro país en donde ambos tocaban temas de interés y beneficio de la misma sociedad en una especie de sinergia en donde los problemas sociales de los mexicanos tuvieran otro tinte que no fuera meramente político.

Esta relación que tan inofensiva y buena que se vivió durante algunos años, fue bruscamente interrumpida este lunes por el Papa Francisco en una carta privada enviada al legislador porteño Gustavo Vera, en donde se refirió “..Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”.

Dicha carta que dejó de ser privada desde el momento que los medios de comunicación ya traerían de revuelo a luz pública sobre la “mexicanización”, como si se tratase de algo viral, más no obstante a lo que se refería el Papa Francisco era dar un claro mensaje de advertencia al avance del narcotráfico en la Argentina.

Lejos de estar ofendidos los mexicanos el tema los tomo de manera desconcertada, tocando además la sensibilidad de los políticos mexicanos sobre todo la del Presidente, Enrique Peña Nieto, quien ha participado en varias reuniones con el Vaticano.

Para los mexicanos no es considerada una ofensa puesto quienes vivimos la realidad sabemos que el problema del narcotráfico en el país no ha mejorado nada en la política de Enrique Peña Nieto en su esquema de seguridad. Como dicen por ahí que la verdad no peca pero incomoda y es algo que el Papa Francisco no necesita saber únicamente por la óptica de obispos mexicanos sino son hechos que han rebasado las fronteras de México puesto que a nivel internacional es muy conocido nuestra problemática y hasta la participación de las autoridades antidrogas de Estados Unidos.

Viejas prácticas por parte de la Iglesia que se habían cometido siglos y años atrás en donde anteriormente la absolución de los pecados se hacía con la donación de terrenos, oro o una cuantiosa cantidad de dinero en forma de donativo en donde dependiendo del tamaño del sapo era la pedrada y desde la óptica del pecador ese era su penitencia a pagar.

Así igual que lo sucedido hace muchos tiempos y aunque esporádicamente se ve más no se publica mucho más que el de voz en voz existen padres que aceptan dinero del narco y hasta la construcción de una nueva iglesia siendo esto por general en poblados chicos en donde casi no reciben ayudan de la misma Santa Sede que aceptan este tipo de donativos.

De la misma manera le pasó a Enrique Peña Nieto que pensó equivocadamente que ese viejo esquema y la foto como instrumentos publicitarios de la buena imagen de país sería la penitencia a pagar en donde seguramente el Papa Francisco tenía que callar ante una verdad y una situación que por mucho que duela, la verdad incómoda porque ya no se trata de un secreto a gritos, más bien los mexicanos gritamos un auxilio ante la impotencia de nuestros gobernantes de haber perdido el control puesto que no solamente es el combate contra los narcotraficantes sino también de los narco políticos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org