La IV transformación ante los retos de la educación

Por Felipe Pliego Platas

Durante la campaña electoral por la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, planteó como una de sus promesas fundamentales, la cancelación de la Reforma educativa. Esa reforma cuestionada a lo largo del sexenio de Peña Nieto por los maestros integrantes de la CNTE y por un amplio sector de la sociedad, porque en esencia, constituyó el medio para suprimir la totalidad de las garantías laborales de los docentes. La “reforma educativa” Peñista, nació muerta. Habiendo ausencia de una consulta en la que estuvieran involucrados los actores de la educación, careció de acuerdos y por añadidura de legitimidad. Las frecuentes luchas de la CNTE contra la reforma fue revelando poco a poco las infamias ocultas, en la medida en que fueron escrutando minuciosamente los aspectos referidos en la ley del servicio profesional docente y los diversos acuerdos. La lucha no fue fácil. En el camino, varios maestros murieron. Ante la ausencia de vocación política del gobierno que prefirió usar los toletes antes que el diálogo, los argumentos que intentaban justificar su aplicación en bien de la niñez y de la sociedad, se fueron desmoronando hasta quedar al descubierto la vileza de quienes la impulsaron. Vanos fueron los esfuerzos del grupo empresarial Mexicanos primero encabezada por el cuestionado Claudio X González y de su cautiva Secretaría de Educación cuyos titulares Emilio Chuayffet Chemor y Aurelio Nuño Mayer fungieron como marionetas del empresario, para consolidarla.

  Los agravios cometidos en contra de la docencia mexicana, creó un ambiente de repulsión por el gobierno peñista y el deseo frecuente de cobrar factura llegado el momento. Y el momento preciso se dió con la llegada de las elecciones federales. Ante la promesa de AMLO,  de la cancelación de la reforma educativa, el magisterio se volcó masivamente en su favor, aportando una cuota de votos, considerablemente significativa. Hoy día, la cancelación ya ha sido anunciada por el titular del ejecutivo y solo faltan ciertos procesos legislativos que seguramente se darán en el 2019 para consolidar el fin de la reprobada Reforma.

   Sin embargo, la cancelación de la reforma educativa, no viene a resolver los problemas de carácter académico que se han ido acumulando a lo largo de los años. La falta de voluntad política ha ido gestando condiciones que han postrado a la educación pública en un estado verdaderamente crítico. Las deficiencias en aspectos básicos de matemáticas, de lectura, y de conocimientos elementales de cultura general, dan cuenta de la crisis educativa por la que está pasando nuestro sistema educativo. Por ello es prioritario que a la par de la cancelación de la vituperada reforma, se de otra con propuestas  que se ajusten a los diferentes contextos y posibilite el abatimiento de los déficits señalados, acompañado de inversión económica para lograr rescatar a las escuelas en condiciones de marginación y abandono, mejorar la condición salarial de los maestros y resarcir los derechos laborales arrebatados. Ésos y una suma interminable de situaciones son los retos que habrá de enfrentar la nueva reforma educativa.

Con respeto para Esmeralda, maestra chiapaneca muerta en la lucha contra la Reforma Educativa.