Claudio Montaño

LA DIRECCIÓN DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

“Nadie debería ser nombrado para una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de sobre las fortalezas de las personas.” 

Peter Ferdinand Drucker

El maestro es el líder por excelencia, tiene la noble misión de generar en los jóvenes alumnos el amor por el conocimiento, el progreso  y la libertad. Es una tarea que al realizarse de manera individual pocas veces da los frutos que requiere nuestra nación. Es necesario que se sume el colectivo docente y el apoyo de los padres de familia.

Para que esta unión tenga orden y armonia, es necesaria la presencia de una persona que coordine  y dirija los esfuerzos individuales en beneficio de el colectivo. El director de una escuela es el líder de los lideres de los niños y jóvenes futuro del país; representa un papel complejo por los grandes requerimientos que en el proceso de cambio educativo se está gestando en nuestro país. La nueva reforma abre las puertas a una nueva corriente renovadora de los docentes y por supuesto que los directivos no pueden quedarse atrás.

A diferencia de años anteriores, donde las claves de director se obtenian por escalafón (que podía ser manipulado) o por méritos alineados a las necesidades y designios de las autoridades sindicales y oficiales, en los ultimos años se han asignado por un proceso  que evalúa si se poseen una serie de conocimientos que se establecian en el perfil idóneo para la función. Así encontramos el principio del comienzo en la formación del director del nuevo milenio.

Una de las principales competencias a desarrollar en la persona que ostente el cargo de director de cualquier institución es la toma de decisiones. La toma de decisiones es un proceso complejo que requiere una mente capaz de manejar un cúmulo de información, establecer procesos analíticos y racionales, determinar las variables y evaluar los posibles efectos. La capacidad de separar las emociones del proceso y apegarse a la normativa.

La toma de decisiones parte de dos fuentes escenciales: la planeación, ejecución y evaluación de un proyecto de gestión y de los sucesos eventuales que se originan del contexto escolar. Ambas ramas de la vida cotidiana del director poseen tantas ramificaciones como decisiones necesite tomar. No es fácil si tomamos en cuenta que los directores generalmente son docentes que brincan del aula al escritorio de director y que pueden ser muy eficientes en su trabajo académico, pero el trabajo de gestión requiere en estos casos de un proceso de adaptación, reconocimiento de habilidades, desarrollo de competencias en gestión y un seguimiento continuo y permanente de la autoridad superior inmediata que permita establecer un proceso de retroalimentación que enriquezca el crecimiento del nuevo director.

Ante el panorama de la nueva reforma educativa, este proceso se debiera llevar con todos los directores de instituciones educativas, supervisores, jefes de sector, inspectores, jefes de departamento, directores de nivel,  subsecretarios, secretarios de educación, secretarios de finanzas, secretarios de salud, gobernadores, secretarios de estado y el mismo presidente. Nuestro mundo actual y globalizado requiere de líderes que tomen la decisión adecuada, informada y sobre todo pensada en el beneficio de la gente en la que impacta.

“Un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.” 


SUN TZU