LA CABALLADA ESTÁ HAMBRIENTA

En Chiapas, la caballada está gorda pero hambrienta, muy hambrienta, con ansías de atracarse nuevamente, pese a todas las pasturas que han comido últimamente.

En el rancho “Tres Colores”, la caballada no tiene un capataz con capacidad de control. Sin patrón ni látigo que los fustigue, la mayoría de estos caballos buscan sus propias metas. Antes eran muy obedientes y educables, ahora son briosos, desconfiados y la mayoría muy desbocados.

Muchos de estos caballos se encuentran cabalgando en campañas electorales masivas, utilizando todo el ingenio y los instrumentos posibles, como por ejemplo el que utiliza la figura de Galilea Montijo como jinete de adorno. Sin duda alguna, aquí debe haber mucho dinero, porque estos adornos no prestan gratis la figura.

Por su parte, en el rancho “El Congreso”, la caballada no solo está hambrienta, sino bastante inquieta, dando relinchos y patadas por doquier. Para aquietar ánimos, recientemente la caballada ha sido redistribuida en diversos corrales. Los caballos preferidos del patrón han sido colocados en corrales con cercas pequeñas para que puedan brincarse las trancas sin problemas.

Del rancho “El Congreso”, el más seguro es el caballo preferido del patrón, el cual correrá para una diputación federal, pero podría también enfilarse a la presidencia municipal de la capital, para trabajar electoralmente a favor de toda su manada.

El rancho “El Congreso” también está plagado de una fuerte caballada con ambiciones y pretensiones. Ninguno dejará que su corazoncito lata en vano. Todos están haciendo su luchita, para mantenerse ligados a la hacienda pública. La mayoría le tirará a la presidencia municipal que le corresponda.

Los más desesperados son los caballos “camaleón”, los que cambian de color según la elección en turno. Hay varios que han sido azules, tricolores, amarillos y también verde. Son caballos que sirven para todo, que no lastiman al jinete que los conduce, porque sabe acomodar lomo y espalda cuando se requiere.

Estos caballos aceptan de todo, presidencias municipales, diputaciones federales, regidurías, direcciones o jefaturas. Lo importante es no salir del esquema de pastoreo donde ya tienen bastante tiempo.

En el rancho “La Administración” la caballada está también bastante inquieta. Solo esperan que el patrón les meta el primer espuelazo, para salir disparados hacia la meta que se les ha destinado previamente.

Hay de todo en esta manada, hay caballos lentos, malos y peores. Sus resultados no son los más adecuados para competir, pero teniendo jueces y público controlados, su competencia casi está asegurada. El peor de todos ha sido el “caballo de trabajo”. Sus números son de verdad pésimos.

En el rancho “La Administración, hay también caballos inquietos que son más difíciles de controlar, pues provienen de otros establos y mantienen los vicios de sus anteriores dueños. Aunque actualmente pastan en praderas verdes, esta caballada se lanzará con o sin espuelazo, pues están acostumbrados a mandarse solos.

Uno de ellos hasta mandó a realizar hoyos y zanjas en toda la ciudad capital para practicar carreras de salto ecuestre. Gracias a ello, saltar es un deporte que se ha puesto de moda en Tuxtla Gutiérrez. Todos sin excepción están aprendiendo las reglas de esta nueva disciplina.

Lo cierto, es que toda la caballada chiapaneca está en plena campaña electoral en forma anticipada. Su ingenio para violar la ley no tiene límites, especialmente, sabiendo que nadie podrá detenerlos.

La llamada de atención que le recientemente hizo la nueva capataz electoral, solo provocó risas y relinchos. Ha sido uno de los mejores chistes de la semana.

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