La alameda y otros

Por Guillermo Robles Ramírez

La Alameda “Zaragoza” de Saltillo, requiere y demanda urgentemente una cirugía mayor cuyo único inconveniente es su alto costo, pero de que la necesita y ya, es una realidad.

Para mi gusto personal, la tradicional alameda de la ciudad capital coahuilense, es la más bonita de todas las que hay en el Estado y no de ahora, sino de siempre, le duela a quien le duela.

Han sido contados los gobernadores y alcaldes que le han metido inversiones fuertes a estos paseos públicos. Recuerdo cuando fue gobernador Enrique Martínez y Martínez, al acostumbrado paseo dominical de cientos de familias saltillenses, atrajo su atención e inmediatamente se anotó ofreciendo una aportación económica y participar en el programa de restauración o rehabilitación. Lo mismo sucedió cuando fue el alcalde de la sarapera ciudad, Humberto Moreira Valdés.

Tampoco se está afirmando que en estos momentos se encuentre en total abandono o que haya sucedido en administraciones locales en el pasado, pero no hay que confundir el mantenimiento del principal parque público de la Alameda Zaragoza, a una remodelación total.

La cirugía mayor que demanda la Alameda Zaragoza, ha ido en aumento conforme pasan los años, ya que de acuerdo a un proyecto de 18 años atrás tenía un costo de más de los tres millones de pesos, en donde se tenía contemplado reponer alumbrado público, corredores, jardinería, sustituir y arreglar bancas, eliminar árboles y en fin, se trataba de una remodelación completa. Tan solo para tener una idea de cómo va subiendo sus costos, tan solo en el 2014, la Secretaria de Medio Ambiente de Coahuila, estando al frente la bióloga Eglantina Canales Gutiérrez; realizó un trámite de un recurso federal de 5 millones de pesos, solo para retirar árboles muertos encontrándose algunos que cumplían hasta más de 150 años; es decir, un dinero etiquetado exclusivo para eso y no para remodelar.

Es una lástima que no exista más que el gobierno federal para estas causas, y que cada vez los Estados se aprieten más los cinturones, pero sin que sea una muy buena justificación, también sería más lástima que no se hiciera la remodelación que se requiere, porque Coahuila perdería una de sus muchas bellezas que ha sido, inclusive, elogiada y reconocida por propios y extraños. No hay visitante que después de pasear y conocer la alameda de Saltillo, regate el merecido cumplido.

La Alameda Zaragoza, al igual que otros paseos públicos, necesita con urgencia una restauración para seguir disfrutando de sus bondades, por eso sería muy sano y bueno para toda la comunidad saltillense, pero igual para las demás ciudades coahuilenses, que se constituyera un patronato o varios patronatos para demanda la ayuda y aportación de todos, es decir, igual de los industriales, comerciante, profesionistas y pueblo en general para recaudar dineros y destinarlos al arreglo no solo de la alameda de Saltillo, de Torreón y demás poblaciones que tienen, al igual que otros paseos públicos como las plazas, incluyendo no solo las llamadas Principal y de Armas, sino igual las que hay en las colonias y barrios porque muchas, por no decir, están abandonadas y descuidadas.

Es necesario que de una u otra forma se motive el interés de los vecinos de colonias y barrios para que constituyan un patronato que vea por el mejoramiento de las plazas, pero claro, también con el apoyo económico de los municipios.

Tenemos en muchas de las ciudades de Coahuila, plazas que ni siquiera tienen encementado sus banquetas o corredores y tampoco tienen bancas. Las hay que solo tienen tierra y uno que otro árbol.

¿Por qué no se exige a los fraccionadores desde un principio que el o los terrenos que dejan o asignan como plazas, les dejen listas sus banquetas y hasta bancas que no son obras muy costosas?

Hay colonias en donde las familias por su cuenta mandaron encementar las banquetas y corredores y están en espera de que las autoridades pongan algo, aunque sean bancas. De que la Alameda de Saltillo y otros centros recreativos públicos a gritos piden se les dé una pequeña mano, es una verdad que no se puede ocultar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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