Guillermo Robles

Inaccesibilidad en viviendas

Por Guillermo Robles Ramírez

Los mexicanos cuando se encuentran en una edad productiva, nunca se imaginan o ni siquiera pasaba por sus mentes, las necesidades cuando se llega a viejo y peor que conforme transcurre el tiempo; paulatinamente va quedando en el pasado las posibilidades de tener mayores ingresos, y al margen de ello, haber prevenido un mínimo de circunstancias que se enfrentan a cuando se llega a la tercera y cuarta edad.

El tener una casa propia es la mayor ilusión inmediata que se tiene a la edad de 40 a 50 años de edad, y más temprano cuando existe un matrimonio con hijos.

Generaciones atrás de la mía, considerándome que no soy una persona vieja y que todavía me falta muchos años más con productividad, recuerdo aquellas pláticas de mis abuelos que en aquellos años el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores era el organismo gubernamental por el cual la mayoría de los mexicanos podían hacerse de una vivienda. Aunque la verdad de las cosas, no había mucho que escoger.

Algo que también muy cierto de aquellos años es que las constructoras no se apartaban de los modelos habitacionales que eran prácticamente todas las viviendas con las mismas dimensiones, es decir, muy pequeñas e incluso por mencionar las dimensiones de las puertas en su interior para recamaras y baños las más amplias medían entre los 65 a 70 centímetros de ancho, aunque actualmente sigue habiendo más angostas.

Los sanitarios “estándar” o sea de esos bajitos en donde las rodillas pegan con la panza o estomago. Las áreas de las regaderas o sean los baños sin barras para sostenerse al tallarse, secarse, etc., y evitar un resbalón y una caída que podría ser fatal o bien un pequeño banquillo hecho de material resistente.

Como fueron pasando los años fueron transcurriendo y ninguna autoridad municipal, estatal o federal, dirigía sus ojos a esos desafortunados de la vida; principalmente de tener la posibilidad de una vivienda, aunque fuese modesta, pero cubriendo necesidades de vital importancia.

A mediados del año 2015 una Senadora coahuilense, logró allá en la Cámara de Senadores en el Distrito Federal, la aprobación y apoyo de sus colegas para reformar la Ley de Vivienda, con el único fin de mejorar las condiciones de las casas de las personas con discapacidad y adultos mayores que precisamente por edad avanzada van perdiendo su movilidad haciéndose no solo más lentos, sino más torpes involuntariamente por los estragos de los años del pasado, con el agregado de que para la mayoría de ellos la vida ha sido muy pesada.

Y por su puesto me refiero a la Lic. Hilda Esther Flores Escalera, sarapera de nacimiento y de corazón.

            La iniciativa de la señora Flores Escalera, pide se incluya en la ley criterios para la rehabilitación y construcción de viviendas en materia de accesibilidad, así como la creación del Programa Nacional de Vivienda Accesible con Diseño Universal, lo que daría una mayor sustentabilidad y solidez al beneficio que está pidiendo para los “olvidados” por las autoridades en general.

En su exposición ante los Senadores de todo el País, la licenciada y senadora Flores Escalera, dio a conocer que la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, reporta que 7.7 millones de mexicanos (cifra en el 2015) viven carencias por calidad y espacios en la vivienda, por ello es indispensable atender y apoyar en ese rubro a la población vulnerable.

            En esa iniciativa Hilda Flores Escalera pedía en su propuesta que en las casas de personas con problemas de movilidad por irregularidades físicas o por vejez, puedan hacerse los ajustes necesarios para adecuar esas viviendas lo más posible accesibles.

            Ante el insignificante apoyo predominante que otorgaban los gobiernos estatales, municipales, y federación, a la tercera y cuarta edad eran tan simples o nulos que no pasan más que exigir a medias porque no vigilan que en los lugares públicos haya espacio para esos discapacitados y ancianos; asimismo construir en las banquetas rampas sin las normas como es su altura. inclinación y otras características para que no sean una trampa para las y los que la utilicen situación que sucede seguido causando la caída de no pocos de sus usuarios y es con lo que cumplen los gobiernos.

            El miércoles 8 de junio de 2016 se publicó la aprobación de la iniciativa de la Lic. Hilda Esther Flores Escalera, en la Gaceta: LXIII/1SPR-1921, y se turnó a las comisiones de unidades de vivienda y de estudios legislativos en la segunda Cámara de Senadores, para poder atender a la población en situación de pobreza con discapacidad.

            Una propuesta que en lo personal ha sido significado por varias propuestas e iniciativas que ha presentado para la población más vulnerable, incluyendo a la infantil, resolvería problemas añejos de miles de inhabilitados físicamente y viejos que llevan meses y hasta años que su mundo se ha encuadrado en cuatro muros o sea el interior de su vivienda en donde no cuentan con los beneficios planteados por la coahuilense.

           Un llamado a las y los actuales Senadores coahuilenses para darle continuidad a estas reformas para que sean ejecutados ya que lamentablemente observo con tristeza las constructoras siguen omitiendo las necesidades básicas para la población discapacitada y no siendo suficiente están haciendo aun más pequeñas las casas, puertas y baños hasta el grado que una silla de ruedas no pueden ni pasar entre los marcos de las puertas y menos movilidad en los sanitarios. Eso no es calidad de vida, ni vivienda digna. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

Deja un comentario