Huachicoleo como el rey

Por Arturo Ríos Ruiz   

*Mito ataque al delito 

* Del “Culiacanazo” a “Tulazo”  

Vivimos tiempos estremecedores; la delincuencia no pierde tiempo en exhibir su poder por encima de las instituciones de seguridad que sólo forman parte del rubro que virtualmente están para imponer el orden que no se cumple. 

Tomemos dos casos ya emblemáticos de lo anterior: La resistencia ampliamente difundida en la fallida detención en el cumplimiento de una orden de extradición del “Chapito”, Ovidio Guzmán, que se quedó con el sello del “Culiacanazo”. 

El octubre de 2019 cuando el entonces secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Alfonso Durazo, hoy gobernador de Sonora, explicó que los actos de violencia que se desataron en dicha ciudad fue por un enfrentamiento entre fuerzas federales y el Cártel de Sinaloa por la captura del Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. 

Fueron momentos tensos, desesperantes, la capital de Sinaloa, era el centro del terror y la expectativa, las fuerzas armadas del gobierno que serían el freno de la delincuencia se puso a prueba y que más tarde claudicó. El detenido quedó libre después de horas de silencio sepulcral del presidente. 

Más tarde, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que fue él quien ordenó la liberación de Ovidio Guzmán, cuando había sido detenido por el Ejército en Culiacán, capital del Estado.   

Dio sus explicaciones que no convincentes, pero el tiempo inexorable siguió su marcha indomable entre opiniones en todos los sentidos encontradas, entre lo dicho de manera oficial y centenas de argumentos en contra. El hecho se consumó. Se quedó para siempre el suceso. Lo reconoce como delincuente, pero opera sin contrapeso alguno. 

«Huachicoleo»: En septiembre en 2020el presidente afirmó orgulloso que el robo de combustible pasó de 56,000 barriles diario en 2018 a 4,300 en los últimos meses. Cantaba una victoria ficticia. 

Leamos estos datos en el Economista: “entre el 2019 y hasta el pasado 4 de agosto de este 2021, Petróleos Mexicanos registró un quebranto por 1,622 millones 783,518 pesos derivado de las tomas clandestinas realizadas a sus ductos”. Es la acción inminente del “Huachicoleo”, muy vivo y atacando. 

Un ejemplo vivo del poder de los capos: La secretaría de Seguridad confirmó el rescate de nueve internos delcentro de readaptación de Tula, Hidalgo, donde el grupo delictivo tiró el portón del penal con un vehículo pesado y con coches bomba. Acto de indudable terrorismo. 

Entre los reos que fueron rescatados está el jefe del «Pueblos Unidos», dedicado al robo de hidrocarburo conocido como Artemio N alias «El michoacano» y quien había sido detenido la semana pasada en Texcoco. 

El «Huachicoleo», está más vigente que nunca, los hechos resaltan la mentira oficial, es demostración de corrupción, su existencia lo determina y se reafirma que la inseguridad permanente deshace la cacareada popularidad, magia de encuestas, los hechos tienden a derrumbarla.  

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