Por Salvio Juliano

Estudió en la Universidad de Syracuse graduándose en 2006 en antropología forense. En 2009 cursa su doctorado en Vancouver en la Universidad Simon
Frazer. Ese mismo año recibe la única plaza existente para su especialidad en la Universidad de Tennesee en Knoxville. Tiene a la fecha 46 años de edad y se dedica a la investigación. Se llama Amy Mundorff y – no sería mala idea—que la procuraduría general de la República en México le consultara como especialista en la localización de fosas repletas de restos humanos con la información genética necesaria para la identificación de masacrados.
Al momento de rastrear los primeros escombros, al lado de la Torre Sur del Centro Mundial de Comercio en Nueva York, aquel 11 de Septiembre del 2001, con el vuelo 175 y el Boeing 767 de United incrustado en el edificio, Amy Mundorff casi muere en la onda expansiva causada por el derrumbe de esta Torre. Tres años después de trabajar arduamente con los restos humanos, huesos predominantemente, identificó mas de 1500 de los 3200 individuos desintegrados en aquel espectacular ‘show’ programado por la ‘administración’ del ex-alcohólico Bush, remiso por cuanto a haber eludido el servicio militar y por no haber recibido el imprescindible curso de axiología que toda gente decente asimila en un entorno civilizado, muy distinto al existente en los EE.UU., país arrasado por el simún de la cocaína y el ánimo depredador de la plutocracia. Amy Mundorff y algunos colaboradores, como Devin White de los Laboratorios Nacionales de Oak Ridge, en el mismo Estado, emplean equipos de detección LIDAR – light detection and range
Technology- es decir, suerte de radares-laser que trabajan con rangos variables de longitudes de onda, emitidas desde el aire, desde el espacio y desde tierra para conformar mapas tridimensionales del terreno, detectando la presencia de elementos químicos, como el nitrógeno, concentrado hasta cinco veces más en plantas que han crecido alimentándose de cadáveres humanos. México seguramente tiene demasiado nitrógeno en sus follajes como resultante de la fertilización involuntaria de un país convertido en panteón. En éste sentido, México compite con Bosnia-Herzegovina, saturada de fosas repletas de cadáveres que Amy Mundorff se propone descubrir. El diligentísimo gobierno federal Mexicano, en lugar de contratar equipos de médicos forenses en Buenos Aires o en Insbruck, en Austria, mediante el pago adecuado podría dirigirse a Amy, que tiene prestado un equipo LIDAR terrestre –cuesta 200,000 dólares—que le facilitó la Escuela Naval de Posgraduados del puerto de Monterey, California. Ayotzinapa le queda mas cerca la Sra. Mundorff que Bosnia-Herzegovina. A la anencefálica ‘presidencia’ de México Ayotzinapa y Tlatelolco le quedan muy lejos. Ellos ‘gobiernan’ para Disneylandia, el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo y para la Organización de Estados Americanos, tan desprestigiados como Radio Caracas o Radio O Globo, co-optadas por…..algún departamento de estado.