FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN

Un modelo educativo, es una compleja estructura que debe ser producto del trabajo multidisciplinario para garantizar su eficiencia. Difícil labor para un secretario de Educación, sobre todo, cuando su formación no le permite tener una visión global que le posibilite visualizar las condiciones del entorno social, del sistema educativo y de la situación socioeconómica para armar un equipo capaz de generar un proyecto que tenga como propósito, superar las condiciones adversas y generar las apropiadas para impulsar un modelo trascendente.

Bajo esta circunstancia, la incorporación de la filosofía, como recurso para el diseño del modelo, se vuelve un imperativo. Explicaré porqué.

La filosofía ha sido desdeñada por los gobiernos neoliberales porque los afanes fundamentales de ese modelo son la acumulación de riquezas que propicia el libre mercado o laissez faire, laissez passer. Quizás por ello, los principios de respeto, de honestidad, de equidad, de igualdad fueron poco a poco excluidos del modelo de vida de la sociedad, pues la acumulación de riqueza se convirtió en el principio rector de cada uno de los actos.

La moralización de la sociedad, difícilmente podrá ser posible, si se sigue excluyendo a la filosofía en el diseño de un modelo educativo y en los contenidos de la currícula escolar. Y es que la filosofía posibilita tener claro, el modelo de alumno que se tiene y el que se desea tener, la filosofía permite saber con certeza qué perfil de maestro se necesita para impulsar el modelo educativo, pero sobre todo es el recurso necesario para conocer con claridad las características del contexto en el que pretende desarrollarse el modelo proyectado. El cómo se encuentra y cómo se desea estar, es una situación que puede aportar con seguridad, la madre de todas las ciencias.

Un modelo educativo que tenga como propósito, ser revolucionario, necesita incluir a la filosofía como su columna vertebral.

Hacer énfasis en la filosofía no es el  resultado de una predilección por la misma, sino la convicción clara de que su presencia en algo tan trascendente como lo es la educación, puede hacer la gran diferencia.

¿Pero, qué es la filosofía?

Muchas pueden ser las definiciones que sobre la filosofía se emitan, sin embargo cada una de ellas coincidirá el algo fundamental: es el conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades y los efectos y causas de todo cuanto existe y ocurre. La filosofía fue y es el origen del conocimiento sistemático. A través del tiempo,  fue sistematizando y desarrollando áreas especiales de conocimiento, dando origen a las primeras ciencias independientes. La historia, las matemáticas, la física, la química, la sociología, la medicina y todas las ciencias existentes se derivaron de ella. Es por ello que a la filosofía se le considera la madre de todas las ciencias.

Excluir a la filosofía en el proceso de construcción de un modelo educativo, pero sobre todo, de la currícula, representaría un contrasentido, porque estaría garantizando el fracaso rotundo. Sería equivalente a negar la presencia de la ciencia en los planes educativos. De ese tamaño sería el absurdo.