Guillermo Robles

¿Falló, o no?

Por Guillermo Robles Ramírez

“No les fallaré. No te decepcionarás”, una promesa de Andrés Manuel López Obrador, que solo se escribió en los periódicos hace más de tres años para quedarse guardado ahí en las hemerotecas, cuando fue elegido como Presidente de México.


Un sentimiento de desencanto para simpatizantes y activistas que en un principio buscaban ese cambio cuando se postuló como candidato a la presidencia. Para ellos y ellas, ahora no representa el cambio ante la violencia de género, y su falta de palabra por no haber nombrado a mujeres prominentes en puestos claves dentro de su gabinete.
Pero no son los únicos que comparten el mismo sentir, ya que tenemos que recordar el entusiasmo de muchos inversionistas de Estados Unidos, Canadá y México, cuando se firmó el nuevo acuerdo comercial durante la Administración de Donald Trump. Ahora se sienten amenazados por la política de López Obrador en su insistencia de una reforma para la eliminación del sector privado en la industria energética.
Se dirige hacia los mexicanos con el termino de “pueblo”, siendo este en particular un concepto manejado más en una Monarquía, y con hechos es la manera en que a gobernado a nuestro país porque todos los poderes recaen sobre una sola persona, es decir, Andrés Manuel López Obrador. Combate a todo aquel, aquella, organismos e instituciones que están en contra de sus iniciativas.
Desde su primer año además de haber convertido la política en todo un circo y lleno de culpas a los gobiernos anteriores, algo que se ha convertido en su campaña política permanente; también había hecho la promesa en el 2019 en la construcción de proyectos mega multimillonarios, llevando a México a una nueva transformación. De lo anterior únicamente se ha concentrado para ello, en el proyecto del Tren Maya, contaminador con combustible diésel por su alta densidad de combustión, y en una nueva refinería de petróleo.
La incapacidad de rodearse de asesores profesionales para poder crear un plan para identificar los problemas de nuestro país, es como observan al Presidente de México, desde la opinión internacional llevando al fracaso reformas necesarias y/o significativas para el rubro económico.
Ese mismo colapso económico es el que está sufriendo el más vulnerable, es decir, al sector pobre y generando más pobreza a nuevos ciudadanos, motivo por el cual el gobierno de López Obrador, ha optado por dar limosnas a jóvenes que no estudian, a personas de la tercera edad, por medio de programas disfuncionales porque no todos reciben ese dinero y también no existe una continuidad. Hay veces que si hay y otras no.
Calificado como el “falso Mesías, hambriento por el poder”, en el medio internacional, The Economist, ha impuesto a su voluntad una austeridad, que para el gobierno lopezobradorista es el sinónimo de la escases de recursos económicos a gobiernos estatales, cabeceras municipales, y universidades públicas; una guerra e indiferencia a manifestaciones feministas; y acabar con el crimen organizado basado en un concepto moral, “abrazos, no con balas”, a llevado numerosas muertes a candidatos políticos y miles de ciudadanos.
Una gran decepción para muchos de sus seguidores quienes lo llevaron a la silla presidencial de México, que ahora lo han dicho abiertamente en público que le quitarían el voto porque ese no es el cambio que buscaban.
Todo un idealista del socialismo, dándole un nuevo significado al mismo, ha militarizado al país en todos los rubros posibles, es decir, han sido asignados a funciones de seguridad pública, civiles, vigilancia en carreteras ante la desaparición de la figura de la policía federal de caminos, y asignación de la planeación y construcción para megaproyectos a militares en lugar de beneficiar y fomentar economía a empresas particulares mexicanas igual de capaces para fomentar empleo.
Si bien es cierto que todos los seres humanos tenemos defectos, también lo es que sus propios defectos sobre salen más defectos, haciéndolo parecer a el expresidente Enrique Peña Nieto, como mayor capacidad y honestidad, después del presunto fraude y/o lavado de dinero millonario entre Ramón G. Gibson (ex funcionario del SAT) y una institución bancaria en nuestro país. También hace ver a Luis Echeverría todo un personaje inocente ante la indiferencia y la guerra iniciada por AMLO, ante las manifestaciones feministas del país. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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