Por Luis Alberto González

Tras la negativa de los partidos de oposición de aprobar la Reforma Constitucional en materia de Procesos Electorales y que incluía el quitarle atribuciones al Instituto Nacional Electoral –INE-, a propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador –AMLO-, inmediatamente “la sumisa corcholata” Adán Augusto López Hernández llevó al Congreso lo que llamaron el “Plan B”, que consiste en modificar leyes secundarias para desmantelar al INE.

La marcha del 13 de noviembre de miles de mexicanos que exigieron que el INE no se tocara fue asumida con responsabilidad por los partidos opositores PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano que votaron en contra de la Reforma Constitucional.

Pero realmente poco les duró el gusto de este triunfo, porque el AMLO mando a su esbirro el Secretario de Gobernación con una nueva iniciativa con más de 300 hojas para cambiar leyes, mas no la Constitución, pero finalmente atacar y acabar con el Instituto Electoral.

López Obrador que siendo opositor al régimen critico imposiciones, formas de aplicar leyes desde el poder, durante todo su mandato ha hecho exactamente todo lo que criticó porque ha violado la constitución en varias ocasiones y empecinado, encaprichado, obsesionado por una venganza no le importan las formas, sólo cumplir sus caprichos y que le avalan y aplauden los legisladores de MORENA y sus satélites, que no son otra cosa que empleados del poder ejecutivo.

En ese sentido la nueva iniciativa o “Plan B” llegó a la cámara de diputados y sin más ni más la aprobaron en “fast trak”, sin hacer un análisis, sin darle una sola lectura, porque MORENA con su mayoría simple cumplió el capricho del Presidente.

Esa es la nueva camada de políticos serviles y entregados que tanto criticó Andrés Manuel. Esos son los legisladores besa manos, corruptos, incongruentes, levanta dedos que son fieles a su amo y que salieron de MORENA, del PT y del Verde, de esa 4T cara dura y sinvergüenza.

Entre las nuevas aprobaciones que hicieron los diputados morenistas y sus rémoras está:

· Recortar la estructura del INE al reducir direcciones y la Junta Ejecutiva, así como desaparecer las 300 juntas distritales electorales.

· Obligar al INE a liquidar empleados, así como desaparecer el fideicomiso para liquidaciones de trabajadores y otros más.

· Bajar los sueldos y salarios.

· Eliminar el servicio profesional electoral.

· Eliminar las salas regionales electorales del Tribunal Federal Electoral –TRIFE-

· Además del recorte de que hicieron en la Ley de Egresos 2023 para el INE y que fue de 4 mil 475 millones de pesos, se propone reducir otros 3 mil millones de pesos.

· También aprobaron que puedan votar los reos que se encuentran en los penales.

· Que los mexicanos en el extranjero puedan emitir su sufragio, aunque no tengan credencial para votar del INE.

· Además, a los candidatos que violen la Ley Electoral no les podrán quitar la candidatura y sólo serán amonestados, es decir todos pueden violar la ley y no pasará nada.

Quiero hacer un símil de que se pretenden hacer con el INE.

Las arañas tienen 8 patas y pueden moverse, correr y saltar, ¿pero que le pasa si les quitan 2 de sus patas?. Obvio la movilidad es menor.

Cuando le quitas otras 2, seguirá padeciendo para hacer sus actividades.

Retírenle otras 2 y ¿sólo con 2 que hará la araña?, pues estará casi inmovilizada.

Pero al quitarle las últimas 2 patas la araña ya no se podrá mover, no podrá hacer nada y morirá porque no podrá ir por comida o alimento. Morirá de inanición.

Una araña sin patas está condenada a morir, lo mismo quieren hacer desde Palacio Nacional con el INE.

Por eso el “Plan B”, significa el “Plan Benganza”.

AMLO quiere acabar con el INE y que el gobierno tome el control de las elecciones como lo hizo 70 años el PRI.

Lo más seguro es que haya denuncias y que será la Corte la que defina.

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