Esperanza, religión y sangre

El México contemporáneo a nadie le conviene porque borra todas nuestras riquezas de un pasado que nos define e identifica como un pueblo unido capaz de vencer lo invencible. El recuerdo es el único hilo del que dependemos para no perder nuestra personalidad como mexicanos, como si fuera nuestro último suspiro y aliento que sale de nuestra esencia para seguir viviendo al menos con la frente en alto ante un México cuya imagen ha sido manchada por la pobreza, corrupción, violencia y narcotráfico.

Todo es cierto ante este mundo globalizado en donde la privacidad se perdió en el ciberespacio con sus redes sociales en donde una noticia, una imagen es suficiente para viajar miles de kilómetros en cuestión de minutos para convertirse en algo viral.

Sin embargo nuestra identidad como pueblo mexicano, la herencia prehispánica, esperanza, religión y la sangre derramada por nuestros héroes que lucharon por nuestra independencia siempre será recordado con nuestro escudo de la bandera mexicana en donde esa gráfica con el águila plasmada representa la señal que buscaban los Aztecas para reconocer el lugar donde debería cimentarse el pueblo mexicano, todos estos elementos es lo que representa nuestro símbolo patrio que está por cumplir 194 años desde su primer lábaro patrio oficial desde 1821, con Agustín de Iturbide.

Tantos años que se luchó por nuestra actual bandera y muchos artesanos mexicanos han ido perdiendo la batalla por ella. ¡Claro! Que con el consentimiento de quienes nos gobierna porque la Unión Nacional de Productores Artesanales recuerda con nostalgia cuando se hacia el símbolo patrio con calidad, representando esa lucha por lograr nuestra independencia como nación.

Este mes es el más importante y simbólico para todos los mexicanos para recordar el día 13 la Batalla de Chapultepec, el 15 aniversario del Grito por la Independencia de México, el 16 inicio por la Independencia y el 27 la consumación de la misma.

Muchos héroes murieron por ella y la defendieron con su vida siendo la fuente de su fortaleza e inspiración para pelear por una causa. Si ellos estuvieran vivos serían capaces de fusilarnos comenzando por las autoridades y terminando con la población porque todos son coparticipe del mal uso y falta de patriotismo por cual murieron.

Es en éste mes cuando su celebración es muy notorio con los adornos pintorescos de las fachadas de las casas y sobre todo en las dependencias de gobierno comenzando con los palacios de gobiernos estatales y municipales en donde sobre salen sus colores que lo identifican: verde la esperanza, blanco la unidad y el rojo la sangre de los héroes.

Es el mes cuando más artículos de la bandera mexicana se ven en la calle, entre otros productos que simbolizan los colores de los símbolos patrios, se encuentran variedad de tamaños y representaciones como para colgarlos en el auto.

Pero todos estos productos que se venden son de contrabando porque ninguno paga impuestos, aun existiendo denuncias por parte de los empresarios mexicanos.

Aparte de todo esto siendo hasta irónico, casi el 90 por ciento de estas representaciones de la Bandera de México, son de importación asiática, particularmente de China en donde dudosamente su ingreso a nuestro país continuará siendo un misterio e indiferencia por nuestras autoridades.

Para quienes los venden sus criterios son de ser productos con mejor calidad, y más baratas dejándoles un margen de utilidad mucho mayor que las que se hacen en nuestros talleres artesanales.

Es por eso que si nuestros héroes patrios vivieran nos mandarían fusilar por traición a la patria y junto con las autoridades por no defender a la Bandera Mexicana con el registro de marcas colectivas, para que custodien y blinden las artesanías mexicanas pero sobre todo la más importante: Nuestro Símbolo Patrio.

No es posible que mejor en China se haga este producto a diestra y siniestra, sin tener el consentimiento de nuestro país, y es obvio que la Unión de Productores Artesanales vea con nostalgia como las autoridades no hacen nada al respecto porque esto implica la afectación de más de 300 talleres, donde muchos mexicanos se ven involucrados desde el que trabaja la tela, la madera e hilos, como a cientos de familias que realizaban este tipo de trabajos.

En dónde están los discursos políticos cuando se dice que hay que empezar a tener una cultura de consumismo interno para fomentar la economía del país; cuando se permite que estos productos Chinos anden libremente por la calle.

Pero también si vivieran los héroes patrios mandarían fusilar a cada mexicano que también tiene la culpa por comprar productos piratas y aun mayor tratándose del Símbolo Patrio más importante que tiene México. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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