NO ES FACIL LA VIDA DE PERRO

Desde 1994 se tuvo el último caso de rabia en humano en Coahuila, tras sus dos décadas de campañas de prevención por parte de las diferentes autoridades estatales y municipales en que se ha manejado la vacunación intensiva de perros y gatos que son los principales contactos que en determinado momento pudiera dar el problema de la rabia sino estuvieran protegidos.

De acuerdo a las autoridades de Salud, la rabia dejó de manifestarse en éste tipo de animales desde 1992 que fueron los dos últimos casos que se tuvieron y debido a la actividad que la dependencia ha estado incrementando año con año manejando mayor números de aplicaciones de vacunas, control de los perros callejeros, seguimiento de aquellos casos de personas agredidas y a las mascotas hasta comprobar que el perro que mordió no estaba enfermo y la prevención hacia el afectado cuando se localiza al animal responsable.

Aunque los coahuilenses estemos libre de rabia, si los animales no lo están, es por eso que el tener una mascota también implica una responsabilidad ya que muchas veces las personas se dejan de llevar por la moda de los perros que van desde el French Poodle, el Dálmata o el San Bernardo, por lo que para escoger el animal debe de hacerse desde el tamaño de la casa que se tiene y la necesidad de tenerlo.

El perro requiere de baños, alimentación apropiada, vacunas, desparasitación, manejo, atención y trabajo a fin de que esté en concordancia con su actividad ya que si es abandonado en el patio o en la azotea la familia va a tener un problema ya que la inquietud es que el animal no va a estar a gusto, estresándose para que busque salirse del patio o área de la casa, a causar lesiones a terceras personas.

Ya después de que el can muerde nadie se quiere hacer responsable del mismo para ser abandonado en la vía pública y si hace una vida callejera es por eso la existencia de una gran cantidad de perros en diferentes colonias por la irresponsabilidad de quienes fueron alguna vez su dueño.

En Coahuila no hay una legislación para que se responsabilice al dueño de un perro. Es muy necesario que los legisladores hagan una ley adecuada para que el propietario del animal esté obligado a responder cuando su mascota ataque a una persona y más cuando las agresiones lleguen a ser graves, principalmente a menores de edad.

Lamentablemente no se obliga a la persona a que pague los gastos médicos de los agredidos, independientemente de que se debe legislar para que el animal agresor sea entregado al centro antirrábico a fin de ver su comportamiento, ya que sobren los casos en que la mascota es ocultada o guardada para evadir responsabilidades.

Hay estadísticas que demuestran que entre el 43 o 44 por ciento de las heridas en las personas, son en extremidades superiores y el 43 por ciento son extremidades inferiores y un 12 por ciento ocurren en el rostro, así como en la cabeza que son lugares de alto riesgo porque el virus de la rabia es neurotrópico que es a fin a las células nerviosas, es decir, viaja hasta el sistema nervioso central y cuando esto sucede la enfermedad ya establecida en el ser humano.

La población de perros callejeros ha crecido últimamente por la misma irresponsabilidad de sus dueños y a la falta de una legislación para sancionar y prever casos en que cuando las mascotas ya cumplieron su objetivo como es el darle el gusto a un menor de edad de tener un cachorrito para después ser abandonado por cada uno de los miembros de la familia, éstos son echados a la calle en su mayoría y muy pocos son llevados a las perreras o centros antirrábico para que sean sacrificados, siendo ésta situación injusta, sobre todo porque eso sucede cuando el animal dio el servicio a la familia.

También existe situaciones en donde los niños se enferman por el contacto de pelo del cachorro o del gato al presentar la persona una serie de alergias, por lo que ante ello hay asociaciones protectoras de animales que en su momento dado apoyan para que el animal sea donado más delante a fin de que se le dé la atención y protección y sea manejado como un perro de compañía.

Sin embargo, ésta cultura de donar animales domésticos es una práctica poco utilizada. La vida de un perro es difícil desde el momento de sus ventas clandestinas en las afueras de los diferentes centros comerciales y peor cuando no hay legislación alguna que lo ampare y proteja. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)

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