Guillermo Robles

Es buena en barbacoa

Por Guillermo Robles Ramírez

Si en realidad queremos combatir la corrupción, jamás se logrará ni avanzará con simples exhortos, llamados o palabras, sino tienen que aplicarse correctivos que sean ejemplos vivos y efectivos para acabar con uno, entre otros, problemas recurrentes en determinadas áreas del servicio público.

Al menos esta es la opinión de ciudadanos que ven con impotencia y desesperación que México sigue dentro de los lugares “privilegiados” por cuanto hace a corruptelas.

En Coahuila, el tema resurge y cobra extremada resonancia en las temporadas en que los mexicanos residentes en los Estados Unidos, vienen a México a pasar vacaciones sea verano, otoño o invierno, así como a reunirse con sus familiares, siendo esta Entidad un paso obligado, tratándose de viajeros que van rumbo al centro y sur del país y a La Laguna de Coahuila y, así como a los Estados de Durango y Chihuahua.

En su momento los diputados locales tanto del PRI como del PAN, tomaron un punto de acuerdo para “recomendar”, pedir, exhortar y suplicar a los alcaldes de Coahuila, preferentemente por los terrenos por donde anualmente pasan los paisanos, que éstos no sean molestados indebida e injustamente, pero de preferencia que no sean chantajeados o sobornados por malos y corruptos policías y agentes de tránsito o de vialidad.

El llamado y exhorto de los legisladores para que los paisanos y en general visitantes extranjeros, fueran tratados por los elementos de las corporaciones policíacas con hospitalidad, amabilidad y educación que reflejen la cara amable de estas tierras coahuitlecas fue buena, aunque hubo casos en los que no hubo eco.

La petición de los diputados coahuilenses fue más allá de pedir honestidad a los policías y tránsitos que para esas épocas se apostaron en las entradas y salidas de las principales ciudades de la Entidad, sino que pidieron que esos servidores públicos se condujeran con estricto apego a la ley.

Son muchas las opiniones en el sentido de que con la lengua no avanza, sino que los jefes de esos cuerpos municipales, estatales o federales, son los que deben actuar con estricto apego a la ley, ya que es bien conocido que si esos simples policías que se dedican a extorsionar, es porque su jefe inmediato lo permite.

No hay actos ilegales ni sinvergüenzadas en los cuerpos policíacos que se cometan sin consentimiento del jefe superior inmediato, por lo que salen sobrando las recomendaciones de lengua.

Los abusos que se comete en contra de los paisanos, no son actos recientes ni de nueva creación, desde muchos años atrás los hay y son difundidos por los medios de comunicación.

Cuando los mandos policíacos son entrevistados sobre estos viles y verdaderos “asaltos en despoblados”, su respuesta repetitiva es como siempre: “Investigaremos”, aunque esas pesquisas jamás se hacen siendo una graciosa y burlesca salida.

Los diputados no son exclusivamente para presentar iniciativas de ley, también para exigir que se dé fiel y estricto cumplimiento a las leyes y reglamentos que ellos mismos aprueban. Por tanto, los coahuilenses ya no quieren más exhortos y recomendaciones de lengua, porque la lengua nomás es buena en barbacoa. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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