No somos nuestras experiencias, como ser humano llegamos para aprender de ellas, cómo espíritu en conciencia estamos para recordarlo.

El único juez y verdugo de lo que crees como bueno o malo es uno mismo, nadie puede juzgarte y quien lo hace, se lo hace así mismo.

Quien crítica a los demás lo hace por envidia, insatisfacción personal, por reprimir su forma o por malicia.

Hacer un daño por ignorancia no te hace malvado pero quien te desea maldad por esté acto cometido lo convierte en perverso.

Has lo que te haga feliz, así sea por una vez y en lo oculto, al fin no hay que demostrale nada a nadie que lo que te llevas al morir es únicamente lo que guardas en tú corazón.

Ser feliz no es pasarla sonriendo o sentirse alegré, ser feliz es sentirse pleno y en armonía a pensar de las circunstancias, es vivir en plenitud comprendiendo y respetando con humildad y sencillez las diferencias.

Es armarse a uno mismo y amando a los demás, no es amor propio, el amor propio es del ego vanidoso.

Si alguna acción te molesta de los demás entonces no es amor, pero si te comunicas para encontrar un acuerdo, entonces estás dando.

El amor y el apreció que se tiene hacia uno mismo es proporcional al que tendras por los demás, el amor puro es un estado de la conciencia y es la energía que empodera a la existencia en todo su esplendor.

El amor sentimental, es un sentimiento del alma para identificar como amar a quienes nos rodean o forman parte de nuestro existir.

En el planeta, rige la acción del amor sentimental y es por eso que no se puede amar al prójimo como así mismo.

Por AMEP1111