El Sendero de los iluminados: No hay nada allá afuera

Por Alan Prado

No importa cuánto sepas, no importa cuánta sabiduría tengas, no importa incluso si ofreces tu sangre… no puedes despertar a tu luz superior, con un suspiro real, de ahí surge un buen corazón, no de tanta lectura ni de bastos conocimientos, eso ya es parte que vive en nosotros. Has perdido mucho tiempo fuera de ti y lo peor es que crees que lo sabes todo,cada religión, cada evento debe venir de ti, eres el mejor libro, tus lágrimas vienen de ti. ¡No creas que lo sabes todo y no quieres despertar! Es una trampa del ego,pero si dices que eres iluminado, entonces estás en el inicio apenas.

No hay ningún dios allá afuera, modulando, afinando ni ajustando, menos organizando la vida de
forma moralmente aceptable. Todos esos artilugios mentales son sólo constructos antropogenicos sin vinculación con una
realidad diametralmente opuesta.

El silencio se quiebra en éxtasis. No seas ángel ni demonio sino ambos, todos los caminos son lícitos para la grandeza, la pura rebeldía es la clave de la iniciación. Necio aquél que sólo busque por curiosidad, nunca hallará su paz, ciego aquél que a dicho cosas falsas sobre la vida real, se juzgará solo. La sombra ofrece protección!.

Entonces me convertí en un diseñador de mis emociones, desafiando las normas establecidas y explorando los rincones oscuros de mi cuerpo. El miedo se ha dispersado pero sigue ahí latente ahora sirviendo como combustible para mi vida. La muerte no es el final, pero si la máquina que impulsa mi destino a ese significado que es necesario para completar la vida. El dolor no es una tortura, sino un recordatorio constante de mi propia humanidad.

Alan Prado (AMEP 11:11).

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