Por Alan Prado

(final)

Muchos eligen lo engañoso, ya que la reflexión puede resultar incómoda; sin embargo, la sumisión proporciona confort.

Tu propósito en este mundo no es seguir al próximo gurú del milenio, ni entregar tu esencia a un elegido que se alimenta de tus errores, tus decisiones y tu luz.  

Tu destino no está determinado por un predicador en el púlpito, sino que lo defines tú a través de cada acción que decides de manera consciente, cada instante en que reflexionas y cada vez que te atreves a cuestionar y después a investigar.  

La verdadera fe no coarta; te otorga libertad. Si tu fe no te otorga libertad, entonces no es fe, sino temor.  

Vivir con miedo te impedirá jamás conocer la verdad.  

La verdad requiere valentía, cuestionamientos y una actitud desafiadora.  

«Por eso, hoy quiero ser claro: no viniste a este mundo para ser sumiso, sino para despertar. Si tu despertar resulta incómodo, es ideal, porque quienes provocan incomodidad son aquellos que transforman la historia».  

Al igual que yo he abierto mis ojos, deseo que tú también abras los tuyos. 

(Final)

Alan Prado (AMEP 11:11).