La vida tiene una manera mágica de interpretar todo lo que ocurre, muchos de nosotros sabemos que no es ningún accidente que las cosas pasan como pasan, todo lo físico y mental que existe en el Universo se rige bajo una sola ley: La ley de la energía. La energía simplemente es, y no tiene comienzo ni final solo cambia de forma; un ejemplo de esta energía es el agua, el agua es energía y se transforma dependiendo la temperatura.

Cuando el agua está entre 33grados Fahrenheit ó 0 grados centígrados o a 211 grados F o 100 grados C el estado es liquida, pero cuando la temperatura bajo menos de 33F, 0C grados. El agua se congela y se transforma en un estado sólido, en hielo, lo opuesto ocurre cuando la temperatura sube a más de 212 grados Fahrenheit ó 100 grados Centígrados se transforma en vapor, de esta misma forma funciona la frecuencia vibratoria en nosotros, entre más alta más sensible somos y entre más baja, más volátiles.

La energía no tiene comienzo ni fin, no se puede destruir, no termina, no comienza; la energía existe en el universo y simplemente cambia de forma; A sus vez, la energía universal está coordinada por siete leyes que al conocerlas pueden trabajar juntas para su beneficio. La Ley de la Transmutación Perpetua, La ley de la Relatividad, La Ley de la Vibración, La ley de la Polaridad, La Ley del Ritmo, La ley de la Causa y Efecto, y la Ley de la Gestación. Todas estas leyes trabajan en conjunto inter-dependientes de cada una de ellas pero siempre juntas.

Ley de la Transmutación Perpetua
Esta ley materializa la energía en elementos físicos, es decir, lleva la energía de las imágenes que están en el plano mental al plano material, la transmutación permite que todo aquello que pensamos se haga una realidad en el mundo físico.

La Ley de Transmutación Perpetua plantea que todo aquello que vemos, escuchamos, olemos, degustamos y tocamos en el Universo, junto con nuestras emociones, es la manifestación de energía en varios niveles de vibración y se rigen por orden natural a través del cosmos, al unificar todos los sentidos en uno solo el centro cognitivo y perceptivo se amplia.

En su totalidad, el Universo es como un océano en moción, siempre en movimiento como el mar, sube y baja, va y regresa, la marea sube y baja, las olas van y vienen. En un lado la marea sube, y en el otro la manera baja.

El movimiento es lo único que es constante, además, es el factor que implica que la energía continuamente esté cambiando de forma como causa y efecto de sí misma. Debido a que toda la energía del Universo está en cambio perpetuo no puede ser creada o destruida, simplemente existe en un constante proceso motriz (vibrando).

Es el mismo proceso de un humano, desde que es concebido, hasta el día de su muerte, es un ejemplo claro de esta Ley, venimos de un buen polvo y regresamos al polvo, nacemos y morimos y la energía que tenemos simplemente cambia de forma.

La lógica de la Ley de Transmutación Perpetua consiste en la posibilidad de que los pensamientos se materialicen de la siguiente manera, en el plano mental, nuestros pensamientos crean ideas, las cuales a su vez manifiestan emociones que el cuerpo físico expresa y lo lleva a tomar acción produciendo así un resultado tangible.

Por AMEP 1111