El Sendero de los Iluminados: La Sutileza de la Causalidad

Por Alan Prado

Y de repente… encontramos a alguien que nos ilumina el alma. Este acontecimiento sucedio hace un par de años en Tonala,Jalisco, todo se mezclo y sucedió algo sutil, de un momento venidero, que no estaba atento a las observaciones que en aquel día acontecian en mi entorno.

Así la conocí a ella y no imaginaba que actos gentiles o pequeños, se pueden convertir en personas importantes en nuestras vidas y después se trasformen en ese poderoso recuerdo, de un momento de búsqueda ocasionado por la causalidad, algo destinado a suceder.

Un viaje planeado de último momento, a ese destino donde grandes artesanos fabrican muebles(Tonala,Jaliso)
con la idea de comprar un par de muebles, un viaje corto y sin escalas.

Al ser un viaje planeado de último momento, no hubo desayuno , solo fue prisas y correr por subir al vehículo y conducir al destino planeado, ahora comprendo que eso fue parte del determinismo o así mismo una causalidad, ya que si hubiésemos desayunado, no hubiera existido razón alguna por detenernos a ese lugar donde la conocí a ella, a esa bella dama con sonrisa increíble que ilumina todo y que decir de su mirada tan gentil y tierna que hizo cautivar mi atención, haciendo de ese momento el más sutilmente enternecedor.

A pasado tiempo pero no el definitivo para saber y entender que ese encuentro estaba determinado a suceder para tomar accion y no dejar ir ese gran momento que estaba lleno de emociones agradables he incomprensibles, que sin lugar a duda me hicieron sentir la necesidad de salir, al encuentro de ese Amor, una energía real que me hacía un llamado a un cambio a un paso a tomar una decisión.

Es algo que va más allá de la pasión, la atracción, una mirada casual o una atraccion sexual. Es un tipo especial de conexión, una emoción que no se puede rastrear , algo que entra y sale sin encontrar una causa o razón. Es como si una presencia, el sonido de una voz, un intercambio de miradas o un simple recuerdo suscitaran en nosotros algo que conmueve el alma.

El magnetismo que atrae a las almas entre sí y la fuerza del destino que se encuentra. Generalmente contienen recuerdos, emociones y tiempo. Son encuentros que van más allá de lo común y nos recuerdan el poder de la emoción cuando el alma de alguien se enciende.

Sabemos que el sentido de la vida está más allá de las tareas y logros diarios. No es algo que se pueda resumir en una sola persona, pero este llamado nos despierta, nuestra visión se reaviva, vemos la vida con un nuevo color, una nueva voz cuando alguien ayuda a iluminar nuestra alma, todo y cualquier cosa. .

Hay una luz dentro, un fuego que nunca se apaga. No el fuego de las emociones, sino la llama que calienta a las personas, que brinda calidez de comodidad y seguridad, no solo personas y relaciones que tocan nuestras almas, despertándonos a una nueva forma de hacer las cosas de muchas formas.

Pero encontrar a alguien que nos haga esto y que además sea recíproco es crear una relación de luz. Cuando dos personas se encuentran, sus almas se iluminan y saben que han encontrado el amor.

Alan Prado (AMEP 11:11)

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