El Sendero de los Iluminados: Inmortales

Por Alan Prado

Como si fuéramos inmortales Todos somos conscientes de que nada ni nadie podrá ahorrarnos el final. sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales.

Sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién. 

Sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa buscando más triunfos y que volveremos a ser inexorablemente derrotados, vale decir que venceremos sabemos que el odio viene lleno de imposturas pero que las va a perder antes del final o después de la fiesta. Sabemos que el hambre está desnuda desde hace siglos pero también que los saciados responderán por los hambrientos, sabemos que la melancolía es un resplandor y sólo eso, pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado, sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad pero la bondad suele escaparse por los tejados, sabemos que los decididores deciden como locos o miserables y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan. 

Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final pero así y todo hay que vivir como si fuéramos inmortales.

Una persona Despierta puede Rechazar o aun asustar a las multitudes dormidas cuando expresa la verdad, su energía de poder es tan intensa que a veces puede parecer un ser malévolo para los más débiles que habitan en su zona de confort de Auto Engaño. No obstante, su atractivo siempre es magnético hacia aquellos que pueden percibir su sinceridad y reconocer su sabiduría. También será objeto de envidia por aquellos que carecen de la capacidad de crecimiento. 

Una persona despierta, será principalmente solitaria, no se integra en las multitudes, porque sus metas están mucho más allá de esta realidad Mediocre.

En la actualidad, el mundo solamente es de los tontos, de los insensibles y de los nerviosos. El derecho a existir y a tener éxito se logra hoy con los mismos métodos que se emplean para conseguir el ingreso a un psiquiátrico: la imposibilidad de razonar, la falta de moral y la sobreexcitación.

Siempre es posible pelear por lo que anhelamos, dado que siempre existe la oportunidad de reiniciar. Reiniciar significa brindarse una nueva chance, es reavivar las esperanzas en la existencia y lo más importante… Es tener confianza en uno mismo. Reflexionemos con determinación en lo positivo, en optimismo y esforcémonos por lograrlo.

Ten precaución con la dependencia del destino. Es decir, la noción de que finalmente alcanzarás la felicidad en el próximo lugar, en el siguiente empleo o con la próxima pareja. 

Porque hasta que te liberes de la creencia de que la felicidad se encuentra en otro lugar, nunca estará en el sitio donde tú te encuentras actualmente.

Nuestras incertidumbres son traidores que en muchas ocasiones nos llevan a perder el bien que podríamos obtener si no tuviéramos miedo de buscarlo.

Seamos Inmortales!

Alan Prado (AMEP 11:11).

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