El Sendero de los Iluminados: Inmaculado Conocimiento

Por Alan Prado

La mayoría de las personas vive encerrada en las rejas de sus propios pensamientos. Rara vez trascienden un concepto de identidad limitado y a medida, forjado por la mente y moldeado por las experiencias del pasado. Dentro de ti, al igual que en cada persona, existe una capa de conciencia que trasciende la mera actividad del pensamiento. Es la pura esencia que define quién eres.

Podemos referirnos a ella como esa esencia que nos envuelve, una vigilia constante, una consciencia pura y despojada de condicionamientos. En las enseñanzas ancestrales, se revela la esencia del conocimiento que reside en tu interior, o la naturaleza del despertar que cada uno albergamos.

Descubrir esa nueva dimensión te otorga una liberación profunda, no solo para ti, sino también para el mundo que te rodea.

Cuando te aferras solamente al «pequeño yo» construido por tu mente, te conviertes en el artífice de tu propio sufrimiento y el de quienes te rodean.

Pero al trascender esa limitación, abres las puertas a una vida más plena y a una conexión más auténtica con los demás. El amor, la felicidad, la chispa de la creatividad y una serenidad profunda solo encuentran su camino hacia tu vida a través de esa esfera de conciencia sin condiciones. Si logras identificar, aunque sea ocasionalmente, que los pensamientos que cruzan tu mente son solo eso:
pensamientos y si puedes observar tus patrones mentales y emocionales de reacción en el momento en que surgen, entonces ya has comenzado a cultivar una nueva dimensión en ti. Esa es la conciencia que alberga tus pensamientos y emociones: un vasto espacio interno y sin tiempo donde se despliegan las historias de tu vida. La corriente de pensamientos posee una poderosa inercia que puede llevarte a su paso sin que te des cuenta. Cada idea busca dejar una huella significativa. Desea robar cada uno de tus sentidos.

《NO! te aferres a tus pensamientos con demasiada intensidad》.

Qué sencillo es para las personas quedar enredadas en las cadenas de sus propias creencias.

Han caído en el olvido todos los dioses, mesías y credos; los obsoletos textos sagrados, las divinas dogmas se han desvanecido en el aire.»

La luz y la Verdad se deslumbran en el lienzo de nuestra realidad social, mientras el conocimiento se entrelaza con el mundo tangible como un artista con su obra.

En este viaje, el despertar se erige como el único refugio sagrado y el verdadero profeta de nuestra existencia. Los mensajes nunca dejarán de llegar, ya que la luz permanece escondida detrás de tu propia sombra.

Alan Prado ( AMEP 11:11).

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