El Sendero de los iluminados: Epifanía del amor
Por Alan Prado
Recuerdo la primera vez que te miré con ojos que prometí no volver a mirar a nadie más, ojos que reflejaban un cariño desmedido y una inmensa devoción por la sonrisa reflejada en ellos. Sólo hace falta un momento para recordar aquella tarde de octubre lluviosa, aquella tarde en la que llevabas tu sonrisa mas hermosa. Me regalaste la mejor tarde que hizo cautivar a mi hombría y descubrí que podias ser una debilidad para mi. Tenía años esperando este encuentro, un encuentro con una energía irradiante que me comprendia y reia de mis chistes tan malos, recuerdo ese día antes de salir de casa, perdi tanto tiempo para prepararme, estaba perdido, indeciso de ir a buscarte…..al fin opte por caminar para reflexionar y dispersar mi nerviosismo por no cometer ningún error, por un momento, sentí cierta inseguridad por saber si era algo verdadero , ese encuentro al que me disponia llegar. Recuerdo que estabas radiante y me emocioné, tuve que hacerme escéptico unos minutos, no quería perder la oportunidad de abrazarte y conocerte al fin.
Recuerdo ese lugar al que ocasionalmente paso y aun siento presente ese primer momento, nuestra primera cita, recuerdo que lo único que queria ,era abrazarte y besarte y decirte que te habias tardado mucho en llegar , recuerdo que nos fuimos en mi moto y nos no importo que estuviera lloviendo, igual y disfrutamos la mojada,una gran historia que contar esa tarde;
Ambos sabíamos que era un día especial para cada uno de nosotros, si bien la felicidad a veces es efímera, hicimos lo posible por estirar cada minuto contemplando la magia que existía en el otro.
Si no creo en la vida, si dejo de creer en la mujer que amo, entonces se pierde el orden establecido, aunque esté convencido de que, por el contrario, no todo es un caos, una condenación y tal vez un caos demoníaco, Si me asaltaran todos los horrores del engaño humano y esta comprensión de una gran comprensión absurda de la vida, aun así diría que ese absurdo se vuelve en un instante esa gran oportunidad de disfrutar esta efímera vida solo por el hecho de volverte a conocer y volver a ver esa sonrisa y esa mirada enternecedora y te bese de nuevo.
Quiero amarte por el resto de mi vida. ¿Me entiendes?
Podríamos perder todo si nos vamos. No puedo hacer que mi vida desaparezca para empezar desde cero.Todo lo que puedo es aferrarme y hacer mi última lucha. Ayúdame a no dejar de amarte.
Quiero luchar por ti, he intentarlo todas las veces necesarias y si fracaso, al menos quiero que sepas, que alguien lo dio todo por ti.
Jamás estuvo en nuestras manos un futuro juntos. Te amaré! aunque nuestro futuro no sea estar juntos.
Siempre recordaré ese día cuando te conocí.
Gracias! por darle contenido a mi vida y salvarme por un breve tiempo del absurdo y el nihilismo.
(Primera parte).
Alan Prado (AMEP 11:11)
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