Por Alan Prado

Hace días, comenzó a circular la noticia acerca de un supuesto secuestro cometido en contra de uno de los representantes de dios en la tierra ( lo de ser representantes de dios en la tierra es algo que así lo afirma la iglesia, pero las acciones de sus representantes son perversos y distan mucho de una verdadera divinidad celestial), sin embargo de acuerdo a información ofrecida por autoridades de seguridad de Morelos, la realidad es la siguiente:

La Secretaría de Seguridad de Morelos Confirmó a través del jefe regional, José Ortiz,que no se trató de un secuestro como lo había especulado la diócesis a nivel nacional. El obispo ingresó voluntariamente a un hotel con otro hombre: de acuerdo a las cámaras de seguridad del lugar, mostraron al obispo emérito de Chilapa Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza y un acompañante ( hombre), asi mismo durante las pruebas de toxicología al obispo,dio positivo a cocaína y viagra.

Nuevamente, esta institución, se ve manchada por culpa del dogma cristianizado,que esta basado en la necesidad de tener razón, de una manera vulgar, por considerar inobjetables sus preceptos y compendios identificados como sagrados.

El dogma cristiano nos hace creer que debemos evitar nuestro lado oscuro. Las sociedades seducidas por estos dogmas, educan para creer que todo esto de ser libre y aceptar tu oscuridad,es locura y maldad, como si pudiéramos negar nuestra naturaleza, como si no fuéramos humanos,como si por no mirar con detenimiento, todo lo malo dejará de existir.

Es imposible conocer la luz sin vivir en el abismo de nuestro infierno y no hay infierno que se asemeje al que cada uno de nosotros tiene, negar nuestro lado destructivo no nos hace buenos, esto nos esclaviza, porque es imposible comprender de qué estamos hechos si no nos reconocemos en nuestros sufrimientos, en nuestras emociones más caprichosas. Todo lo que callamos deja una herida, todo lo que retenemos se acumula, y sólo yendo hacia dentro podremos encontrar el camino que nos lleve a liberarnos, por qué no nacimos ni buenos ni malos, nacemos humanos.

Si la luz y las tinieblas no fueran parte de nosotros, tendríamos la certeza de que estas palabras y sus conceptos no existirían, debemos darnos cuenta de nuestra dualidad para llegar al corazón de nosotros mismos porque sólo allí podemos encontrar el equilibrio, el secreto es no negar si no entenderlo, acéptarlo, transfórmarlo y utilizarlo a nuestro favor.

La verdadera lucha debe ser en contra de la ignorancia y de aquellas autoridades identificadas como divinas que cometen brutalidades en nombre de dios, que buscan dividir y controlar y que han construido el mundo sobre los cimientos del falso derecho divino, en lugar de la sabiduría y el conocimiento.

Se debe luchar por la libertad intelectual, contra el engaño, la intolerancia y los prejuicios. Se debe luchar con la capacidad de comprender la verdad y la aceptación.

!Que el privilegio de la libertad se convierta en derecho de toda persona, en su corazón, en su alma y en sus acciones¡.

Alan Prado (AMEP 11:11)