El “Mata-jesuitas” protegido
Por Arturo Ríos Ruiz
* Estado y Federación manchados
* En la región trotaba como si nada
“Hay que investigar, es inaceptable y muy sospechoso el que una persona así llevara una vida tan normal porque, según el informe de la Fiscalía del Estado de Chihuahua, era patrocinador de un equipo de béisbol con los antecedentes que ya tenía y conocido en toda la región, con órdenes de aprehensión”. Dijo AMLO.
La respuesta está a la vista: El Chueco era buscado tanto por autoridades estatales y federales desde 2017, tras ordenar un ataque a las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones. Informó el diario Milenio que Portillo Gil también podría estar involucrado a los delitos de tala ilegal y robo de cobre, delitos federales. Se afirma que trabajaba para la banda de los Salazar.
Son culpas compartidas del estado y la federación que traslucen la putrefacción policiaca y judicial en ambos ámbitos y la “promesa anticorrupción”, es una comedia inusitada engañabobos. Andaba como pez en el agua.
Ahora sí, la Fiscalía de Chihuahua, pidió al Instituto Nacional de Migración emitir una alerta migratoria a nombre de José Noriel Portillo Gil, apodado “El Chueco”, señalado como presunto asesino de tres personas, dos sacerdotes jesuitas y una guía, en Urique, Chihuahua. Siempre lo tuvieron a tiro de piedra y no lo detuvieron; hasta organizaba partidos de beis.
Se conoce que, el equipo apoyado por el sujeto perdió, se generó una disputa con el rival, «El Chueco», detonó un arma y más tarde, fue a un domicilio de Cerocahui, para localizar a Paul B., un habitante de la comunidad; prendió fuego a la vivienda. Presumiblemente. Paul y su hermano Armando están desaparecidos.
Ni el narcotráfico ni la lucha de los gobiernos mexicanos para erradicar o contener el narcotráfico, son nuevos. Por el contrario, todos los presidentes de México han intentado resolver el problema del tráfico de drogas con diferentes medios. Escribió César Morales Oyarvide de la Universidad Complutense Madrid.
Felipe Calderón, el 2006, realizó una Guerra contra el Narco sin bases firmes, más con fines políticos que efectiva, pero solo intensificó la violencia de las mafias, hubo abusos de poder por parte de las fuerzas armadas. La Batalla fue infructuosa.
El caso del “Cueco, es una muestra representativa de la impunidad en gran parte de México; la imposición de funcionarios en todos los niveles, cuotas, crímenes al y represión, tienen aplastadas a las autoridades y el ejército entretenido manejando miles de millones de pesos a costa del resguardo de la población.
El Informe de Seguridad mensual, informó que en el inicio de 2022 se registraron 3.600 asesinatos homicidios dolosos, más los contabilizados en el año. “En marzo, los homicidios aumentaron respecto a los cuatro meses anteriores. La espiral, la rebasa los records anteriores y todo indica que continuará en el mismo sentido.
Un informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional pone a nuestro país en el cuarto lugar de las naciones con mayor crimen organizado. Un escaño deshonroso que constriñe a los habitantes de la nación, a la que mandatario considera “Feliz… feliz…
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