Claudio Montaño

El cuentito de la inclusión en la educación

“La descripción no es lo descrito; yo puedo describir una montaña, pero la descripción no es la montaña, y si te quedas atrapado en la descripción, como la mayoría de la gente, nunca verás la montaña”.
Krishnamurti

Por Claudio Montaño

El día de ayer viernes 5 de abril, se realizó la sexta sesión del Consejo Técnico Escolar en todas las escuelas de educación básica de nuestro país. A través de un elocuente mensaje, el secretario de educación pública federal aborda dos temas fundamentales para los niños y jóvenes del sistema educativo mexicano: inclusión y evaluación.

Por eso hablo de “cuentito” al hablar de inclusión, es un tema muy usado con diferentes finales alternos. Desde que el maestro José Vasconcelos impulsara la educación para toda la población se habla de educación para todos, y posteriormente, cada gobernante ha intentado contar el cuento a su manera para que siempre el final sea el mismo, en la mente del autor, solo sigue siendo un cuento de hadas.

¿Cuál es el aspecto que hemos pasado por alto? Presionamos a los maestros, los llenamos de compromisos, los hicimos víctimas de los padres de familia, buscamos que la escuela diera solución a este problema de inclusión. Lo que las autoridades han pasado por alto es algo muy sencillo que cualquier gerente de una empresa hubiera analizado antes de dar el primer paso, analizar los factores externos.

Una escuela no es una franquicia que distribuya una receta secreta, cada una de ellas es diferente incluso a la que está cruzando la esquina. El entorno sociocultural de cada uno de los padres de familia, el entorno geográfico, el nivel de vida, la actividad económica, el nivel de delincuencia, las leyes y normas aplicables del asentamiento, los usos y costumbres.

La gran cantidad de factores externos produce una gran diversidad de personalidades en un solo salón de clases y ahora hay que buscar la inclusión. ¿Todo un reto no?

Todo un reto para un docente que tiene que planear, evaluar y ahora buscar que todos los alumnos se sientan incluidos. Sumado a los procesos administrativos que normalmente realiza (aunque dicen que los docentes ya no los harán) en escuelas donde hay carencia de docentes, que tienen que pagar la luz con ayuda de las aportaciones de los padres de familia ( y que además dicen que la educación es gratuita y muchos papás no pagan), o peor aún, escuelas tan lejanas que ni luz pagan porque no tienen. Las autoridades educativas tendrían que analizar los factores externos que tanto influyen en las escuelas, establecer políticas que generen sistemas sanos en cuyo seno se generen las condiciones para que el padre de familia y la escuela trabajen en armonia en beneficio de los ñiños, las niñas y los jóvenes.

Como dice Krisnhamurti, que conozcamos la descripción de inclusión no quiere decir que la llevemos a cabo, o que podamos llevarla a cabo. Hace falta más que buenos deseos, hace falta un cambio radical en la estructura que apoya a la educación y un cambio de actitud en los estudiantes, los maestros, los padres de familia y de ti, que estas leyendo este texto.