Por Arturo Ríos Ruiz 

• Pero parece que se busca
• Hay actitudes muy notorias

FELICIDADES A LAS MADRES

Una frase sencilla para definir a un dictador: “Soberano que recibe o se arroga el derecho de gobernar con poderes absolutos y sin someterse a ninguna ley. Son muchas las señales se han asomado e incluso cumplido en la actualidad mexicana. Parecen avisos fatales.

A tres años, se redujo por decretos presidenciales y cambios en la normatividad interna. Bajo el principio de la austeridad, desaparecieron 43 organismos y 27 están en la lista: subsecretarías e institutos claves para el país. Ha trastocado a INE,

El Congreso moreno es un pelele presidencial que se ha ido incluso a lo máximo que es enmarañar la Constitución, la Carta Magna, la “Biblia” de la convivencia social. Resuena aquel mensaje del jefe del Ejecutivo: “No le cambien ni una coma” Los legisladores cumplieron la orden.

Al trasto con la doctrina de: “Los mandatos se integran por tres funciones: legislativa, debe preparar las propuestas de ley del mandato popular; ejecutivo, debe cumplir con la ley y hacerla cumplir; y la judicial, que resuelve controversias conforme a la ley interpretar y aplicar la ley al caso concreto.

Los diputados en mayoría Morenos, reciben órdenes públicas del residente y no hacen caso al mandato de sus representados que les dieron su voto para llegar al escaño. Una burla bañada de cinismo.

El Ejecutivo no toma en cuenta la palabra “Acatar”, es al revés, él ordena y aquellos cumplen sus ocurrencias o, más bien conveniencias. Los papeles al revés.

El Judicial: La Suprema Corte de Justicia de la Nación, responde a su obligación envuelta en amenazas, improperios y ataques despiadados desde el púlpito mañanero con miras a doblegar sus conciencias.

Es el único poder que mantiene coherencia, que abaliza y protege la construcción. Es una lucha dispareja, ya que hasta en apariencia ciudadanos amenazaron con un mensaje en imagen con una bala dedicada a la titular de la SCJN, Norma Lucía Piña Hernández.

Se han organizado protestas en las afueras de sus instalaciones y los corifeos presidencias lanzan toda clase de críticas, al seguir el ejemplo de mandamás, que envía la línea desde el púlpito mañanero. Hay alta responsabilidad que viste mal al régimen. Decepciona a más de los que se imagina.

Una fase más del presidente es la que encierra en sus palabras lo que se mueve en su mente: “No me vengan con que la Ley es la Ley#.

Los principales ejemplos de dictadura totalitaria moderna incluyen: La Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler, el Imperio del Japón de Hideki Tojo, la Italia fascista de Benito Mussolini, el Portugal de Antonio de Oliveira Salazar o la España de Francisco Franco. Deseamos que no llegue a tal barbaridad, las consecuencias serían funestas y fratricidas.

rrrart2000@hotmail.com y Facebook