Desafío: Cuestión de Ética

*Cuestión de Ética
*La Útil Ratonera
Por Rafael Loret de Mola


A través de mi dilatada carrera como profesional del periodismo nunca me habían dicho, exigido en algunos casos, que presentara denuncias sobre los asuntos que revelo en mis columnas, videos y conferencias. Lo hice, en 1986, en el caso del asesinato de mi padre, posiblemente a manos de militares enmarigüanados y bajo órdenes directas de su mando superior en combinación con la policía federal entonces dependiente de la Secretaría de Gobernación donde despachaba el infame Bartlett como titular de la misma. Era no sólo una cuestión de índole periodística sino, sobre todo, personal. Cualquiera que no esté ciego moralmente lo entiende.

Para infortunio de los reporteros, analistas, críticos, columnistas y ahora youtubers no aduladores, el argumento falaz que se desplegó desde la oficina del pobre diablo Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la 4T, es que si los periodistas NO presentamos las respectivas denuncias ante el Ministerio Público de cuanto publicamos es porque no tienen valor alguno los hechos sucintos ante la autoridad veleidosa y tramposa. Tal es la mayor falacia de cuantas he enferntado desde mi origen en esta azarosa profesión en la cual sobrevivir es el verdadero desafío cotidiano.

Los informadores NO tenemos obligación alguna de formarnos ante la Fiscalía General para llevar nuestras notas y ganar el aval de un órgano gubernamental falsamente autónomo. El deber nuestro es sencillamente dar a conocer acontecimientos de cualquier nivel incluso aquellos que permanecen ocultos en medio de contubernios inconfesables. Tal es nuestra profesión, no la de servir como agentes sin sueldos con todos los deberes y ningún derecho, incluyendo la gratuidad de nuestra labor. Cómo si no tuviéramos el privilegio de ganar nuestro sustento como cualquier trabajador subrayado que, para colmo, es bastante escaso en la mayoría de las veces.

En cambio, los funcionarios públicos, de cualquier rango y mucho más el presidente de la República, tienen el DEBER de denunciar cualquier delito que sea conocido por ellos y asumir las consecuencias sin pretextos de ninguna clase. Igualmente para las informaciones periodísticas que sean del conocimiento púbico son los “servidores” institucionales quienes tienen la obligación de proceder en consecuencia. Entrampar al informador al deducir que es éste quien debe acudir ante los ministerios públicos es una tortuosa manera de evadirse de las funciones públicas explícitas dejando correr, sobre todo, los mayores actos de corrupción.

De hecho, cualquier persona debe AVISAR a las autoridades y denunciarlo cuando conozca de un delito; y, por supuesto, la información misma cumple con el requisito y lo que sigue es la actuación de la autoridad y no la escapatoria semántica de la misma. Es la diferencia.

La Anécdota

Con tal de defender a Pío-pío, los adoradores de AMLO y él mismo han caído en el terreno de las abominaciones:

1.- Andrés Manuel alegó que no podían comparar los dos millones de pesos recibidos por su hermanito con los cuantiosos botines de Lozoya o Rosario Robles. Olvidó que, por ley, todo funcionario público tiene el DEBER de denunciar un delito cundo tenga conocimiento del mismo y no justificarlo al estilo de «Layín» quien «robó poquito», como dijo, en San Blas, Nayarit.

2.- Los seguidores del rey, el gallito de Palacio, argumentaron que en tiempos de campaña -según ellos el video tenía cinco años, es decir faltarían tres años para el inicio de las mismas-, era válido entregar apoyos a los candidatos. Pero olvidaron que, entonces, tenían que haber avisado al INE de los mismos y no lo hicieron. Pío actuó en la clandestinidad,recibió dos millones de pesos en efectivo y de manos del personero principal del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, Así se ataron los compromisos cupulares para mantener a este en el Senado en una maniobra antidemocrática que le llevó a tomar posesión como legislador, luego voler a la gubernatura y finalmente aterrizar en la Cámara Alta.

3.- Tenemos bastante documentación acerca de los contubernios de Pío-pío con los mandatarios de la saqueada entidad, Chiapas, en donde reside desde la asunción del miserable represior y asesino Pablo Salazar Mendiguchía, quien sigue ostetándose como servidor de AMLO jalando recursos de donde salgan,

4.- La «docta» Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del mandatario -dijo que no sería «primera dama» pero se mete en todo-, alegó en defensa de Pío-pío que también Leona Vicario entregaba dinero a os insurgentes. Aprovechó su año para exaltarla además. Su ignorancia fue tal que adujo que no la habían grabado por eso. ¿Entenderá que hace dos siglos no había manera de videofilmar a nadie salvo si se trataba de un pasajero por el tiempo? Y, por otro lado Doña Leona financiaba al ejército de Morelos con su propio peculio y fue condenada a prisión de donde fue rescatada en breve tiempo. No hay comparación posible ni en las mentes más calenturientas.

5.- El seudo presidente que tenemos enfatizó en el discuro de su toma de posesión que nadie estaría exento de responsabilidad en el caso de cometer un delito así fueran sus hijos; agregó que en tal caso sólo su menor hijo, Jesús, estaba bajo su tutela por ser un niño. Ahora tiene que morderse la lengua a menos que decida proceder en consecuencia. Lo dudamos.

EN FIN, AMLO YA NO SABE CÓMO SALIR DE LA RATONERA.


E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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