*“A la Defensiva”

*Duelo de Fuerzas

*Países o Paisajes

Hace algunos años, cuando vivía en San Miguel de Allende –maravilloso, por su entorno y los buenos amigos como Otto Sirgo, Margarita Gralia y Pepe Báez además de los Villarreal, Carmen y Alberto, entrañables, y los Zavala-, Enrique Fernández Martínez, quien aspiró al gobierno de Guanajuato luego de alcanzar la secretaría general de la CNOP, entre 1987 y 1989, esto es al final del régimen del señor de la madrid –minúsculas por asesino, ladrón y entreguista, lo que señalo en su condición de muerto porque la historia no puede basarse en los duelos familiares- e inicio del salinato trágico, invitó a la colonial ciudad guanajuatense, en donde el funcionario tenía un palacete y ejercía un particular modo de cacicazgo, al ex presidente al que debía su ascenso pero no así el mando de su entidad, tan acariciado por él; y fue quien me refirió cuanto sucedió durante aquel fin de semana allá por 2004:

–No me lo vas a creer –dijo, agolando la voz-, pero todos saludaban al “presidente”; los turistas, los del pueblo, ricos y pobres. Estaba verdaderamente feliz porque, además, no pocos se fotografiaban con él –sobre todo los visitantes con cámaras cuando aún los celulares no tenían este dispositivo por el cual cualquiera se siente reportero obligatorio-, y le adulaban señalando a sus niños: “este señor fue presidente de México; es parte d la historia”, les decían.

Sin salir de mi asombro, le respondí al lacayuno sujeto con quien yo también había comido en su fatua residencia que puede verse, con sus acabados en color ladrillo colonial entonces, desde cualquier punto de la pequeña e histórica urbe:

-¡Y ha sido el peor de los mandatarios mexicanos! Es con él cuando inicia el primer “boom” del narcotráfico y, además, se abre el país más a la inversión exterior, sobre todo a los Estados Unidos, con paulatinas entregas de nuestro patrimonio energético además. Él fue, para colmo, quien tiró por la borda la posibilidad de consolidar las deudas de Latinoamérica, mediante una especie de club internacional a propuesta del argentino Raúl Ricardo Alfonsín –quien, a su muerte en 2009 fue erigido casi como héroe civil entre quienes adoran el matriarcado por estatus reflejo-, convirtiéndose en vergonzoso cabildero del Fondo Monetario Internacional para asegurarle a este organismo la “disciplina” de las naciones centro y sudamericanas obligadas a negociar “unilateralmente” los empréstitos vencidos en términos bastante lastimosos para ellas. Por ello fue que de la madrid, miserablemente, pudo negociar la impunidad a su favor y para proteger a su aguerrido secretario de Gobernación, sí, el represor manuel bartlett díaz –minúsculas también-, ahora marchante de la izquierda devaluada al lado de Andrés Manuel López Obrador.

Sentí repulsión por cuanto me confió Fernández Martínez, un sujeto especulador y vividor, de escasa moral pública y privada –lo que dicen de él sus vecinos  da vergüenza hasta escribirlo-, quien no dudó en extenderse y llevar a su casa al referido señor bartlett aunque éste, apenas supo que el columnista vivía en San Miguel aunque lejos del glamour de los habitantes de las mansiones panorámicas, optó por adelantar su salida sin brindar explicaciones. Esto me lo platicó el capitán de meseros de la antigua casa de José Guadalupe Mojica, cantante y actor relevantes, convertida en lo que ha dado en llamarse un “hotel-boutique” con la tendencia hacia los términos anglosajones que intentan desterrar el uso de nuestro idioma. Por la cultura, la lengua y el pensamiento comienzan a fraguarse las invasiones y las injerencias malsanas, ahora y en todos los tiempos. No lo olvidemos, siquiera.

Por eso reprocho tanto a López Obrador, no sólo que marche al lado de sujetos como bartlett y pablo salazar mendiguchía, señalado como “enemigo número uno de la libertad de expresión” por la Asociación de Editores de Periódicos Diarios, en 2005, sino que le haga el juego a quienes apuestan por la ingobernabilidad del país para hincarle el diente a nuestro territorio: como él, nos oponemos a la reforma energética peñista, pero nos resulta imposible confiar en quien se muestra con tan deplorables compañías habiendo expulsado de sus filas a TODOS los dirigentes que le exaltaron en el inicio de su fallida, hasta hoy, intentona para llegar a Los Pinos. Tomen nota de ello hasta los incondicionales del personaje quienes se niegan a admitir, con evidente criterio totalitario, cualquier argumento que no sea rastrero.

Pese a ello, la sociedad cambia. Si hace años no se detenían a analizar con quien se fotografiaban los niños y sus padres, deslumbrados por el sambenito de la banda presidencial aunque ya no se portara y hasta con ganas de cantarle el Himno Nacional al paso de los predadores, ahora la ciudadanía despierta y está a la defensiva, cansada de ladrones y agentes ocultos de las mafias dominantes. Por ejemplo, quiero aplaudir a los vecinos de Cuajimalpa, en donde habitaba el ex presidente López Portillo hasta que su mujer, Sasha, lo expulsó de allí –por cierto, a este ex mandatario sí le incordiaban cuando se presentaba en los restaurantes porque lastimó los intereses de la oligarquía, que jamás perdona, con la estatización de la banca-, por repeler la presunta compra de un condominio de lujo por parte del ya muy célebre “niño verde”, Jorge Emilio González Martínez, dueño igualmente de parte de un edificio en la zona Diamante de Acapulco desde cuyo piso diecinueve fue arrojada una joven búlgara, Galina Chankova Chaneva, de veinticinco años y espléndida, apenas en noviembre de 2011, al final del mandato de calderón y cuando las huestes de éste andaban sueltas como perros de caza, al mando, claro, de Genaro García Luna. Pese a haberse acreditado la propiedad de la “suite” de donde se precipitó la chica extranjera, precisamente la “suite” de González, éste jamás fue indiciado en el proceso correspondiente salvándose, como otras veces –aquellos malos dineros de Cancún que solicitó-, de una justicia plegada a la política y sólo aplicada a quienes no saben ni pueden negociar con las altas autoridades. Sencillamente vergonzoso.

Pues bien, los vecinos de Cuajimalpa dijeron sencillamente que no. Lo mismo debieron hacer los de Polanco, por ejemplo, al evidenciarse quienes eran los inquilinos de Galileo número siete, no sólo la defenestrada “maestra” Elba Esther, la “novia de Chucky”, sino igualmente Jorge Castañeda Gutman, la informadora Adela Micha y el ex gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel. Como si fuera la sede de los sectores partidistas en un cóctel explosivo y, a todas luces, engañoso; también por Polanco deambulan, todos los días, bartlett y emilio gamboa patrón –minúsculas también aunque me tilden por faltar a la ortografía pero no a la decencia analítica-, fundador con el señor de la madrid de la muy célebre y viva “cofradía de la mano caída”, una especie de sociedad, no tan secreta, que basa sus formas en los ritos homosexuales de alcoba como requisito para alcanzar la cima. El propio gamboa, por cierto, fue citado siete veces por los niños afrentados de Cancún como arte del harén inmoral, abyecto, de Jean Succar Kuri… y nadie le movió un cabello pese a las evidencias y sigue, sigue, bebiéndose el erario público, ahora, otra vez, como senador y coordinador de su bancada. De ser priísta, la verdad, me sentiría, cuando menos, avergonzado de contar con un “líder” con estos execrables antecedentes… salvo si pasaron por la iniciación referida líneas arriba.

La sociedad despierta pero no lo suficiente para ser ajena a la propaganda tendenciosa, como la de los empresarios quienes defienden el absurdo de que las refresqueras endulzantes, causantes de buena parte de la obesidad de los mexicanos, sufran una sanción impositiva mayor –dos pesos más por cada litro-, por cuanto al daño que causan. Ya hemos dicho que, para colmo, no pocos de los llamados “indocumentados” que regresan de su “paraíso” en los Estados Unidos, suelen cambiar la leche por el elíxir embotellado, otrora un jarabe para combatir la ansiedad elaborado a partir de la planta de coca, para subrayar con ello su cambio de estatus: una trocka, unos dólares y una ración de coca en lata o en casco, tres elementos indispensables para hacer ver que ya adquirieron parte de la cultura anglosajona aunque no tengan ni idea de los principios rectores de nuestra patria común. ¡Y tan campantes!

A cambio de ello, ni una sola movilización para reclamar el incremento al IVA, hasta el dieciséis por ciento, ni el hecho de que la tributación en México alcance al 79.9 por ciento sobre nuestros ingresos, mientras en naciones como Estados Unidos y Canadá la franja total sea apenas del 32 por ciento. Pagamos más que nadie en Latinoamérica y se nos presenta como una bendición la hermosa carretera entre Mazatlán y Durango… una ruta excelente para los narcotraficantes, grandes beneficiarios de las rúas sin clientela por el temor inducido. ¡Viva la democracia!

Debate

Las invasiones comienzan por la cooptación de mentes convirtiendo a las ideologías en rehenes de la moda, la comodidad y los falsos satisfactores, como ese de preferir una “coca” a un litro de leche entre las familias más depauperadas. Del mismo modo, sojuzgar a la cultura por la política –por ejemplo para suspender la feria del libro en aras de un mitin sectario, ni siquiera partidista-, es igualmente el comienzo del fin del nacionalismo y de los valores que lo sustentan.

No entiendo, la verdad, por qué razón el señor López Obrador, rodeado de quienes forjaron la mafia salinista a la que tanto fustiga, no se sumó a la seria, puntual, precisa y equilibrada iniciativa del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en materia energética; acaso, su interés era arrogarse el derecho único de ser visto como salvador de la patria de la mano con algunos de sus mayores predadores y mediando un proyecto amorfo, incierto y algunos rubros inconsistente. ¿Sólo por soberbia?¿O porque con ello sabía que dividiría a la izquierda no dispuesta a inclinarse ante él y separada, poco a poco, para dar cabida a la nueva hornada de ex priístas irremisiblemente condenados por la historia, desde Manuel Camacho Solís hasta bartlett y demás agregados? Él, quien cree estar por encima de sus interlocutores y, por ende, de cualquier cuestionamiento serio, responderá con suficiencia: “esa es cosa del pasado”. Pero están allí, muy presentes, sin ningún acto de contrición, siquiera, de por medio.

De allí surgen las dudas sobre la desobediencia civil organizada para negociar con el gobierno, una vez más, el nacimiento de MORENA –Movimiento de Regeneración Nacional- como partido político. Así se había acordado para posibilitar la asunción presidencial de Peña sin los trompicones que vapulearon a calderón seis años atrás. Pero los “vándalos” –posiblemente miembros del Ejército Popular Revolucionario, de lo que hablaremos el domingo-, destruyeron la Avenida Juárez y el compromiso quedó en suspenso. Tal es el trasfondo, sencillamente la ambición política. Lo demás es demagogia pura.

La Anécdota

Pregunté a un ciudadano argentino, simpático –cosa rara- y buen amigo de esta columna, sobre el desempeño del TRI futbolero; y me dijo:

–No tiene sentido que se gaste tanto en tan malos jugadores. Igual que en cuanto a la corrupción de los gobiernos.

–¿Y cómo es eso?

–Los países, para serlo, requieren de seres humanos con convicción y fuerza espiritual para sacarlos adelante; de no ser así no son países, son sólo paisajes.

Pretendí reírme, pero me ganó el dolor.

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WEB: www.rafael-loretdemola.mx

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com

EN OCASIONES, POR DESGRACIA MUY FRECUENTES, LAS APARIENCIAS ESCONDEN LAS VERDADERAS INTENCIONES. ¿RECUERDAN CUÁNDO LES HABLÉ DE QUE ERA EXTRAÑO, CUANDO MENOS, EL PERIPLO DE LÓPEZ OBRADOR, DE CUATRO MESES POR CADA UNA, A TRAVÉS DE LAS ENTIDADES EN CONFLICTO, COMO OAXACA Y CHIAPAS? DECÍA QUE, ALGUNA VEZ, DEBIÓ ENCONTRASE CON LOS SUBVERSIVOS DE ESAS REGIONES Y NADA SE DIJO. ¿NO ES INTERESANTE EL DATO SOBRE LA POSIBLE FILIACIÓN DE LOS VÁNDALOS, LLAMADOS “ANARQUISTAS” O “RADICALES”, QUE SIGUEN A LOS MARCHISTAS DE LA CNTE Y A LAS MANIFESTACIONES DE MORENA, PRECISAMENTE AL NEFASTO EPR, CAMPEONES ENTRE LOS SECUESTRADORES? SON PREGUNTAS QUE, POR AHORA, LES DEJO DE TAREA.