Desafío
*Alrededor del Crimen
*Demagogia y Cinismo
*El Listado de la DEA
Cuando ocurrió el asesinato De Kennedy, en noviembre de 1963, pocos creyeron en las versiones oficiales pero, poco a poco, fueron cayendo en la desidia, acaso porque presentían las manos de las mafias, mientras seguían ejecutándose, uno por uno, a más de una decena de personajes claves, testigos directos e incluso jefes de la policía regional quienes sopesaron la posibilidad de que el desenlace fatal fuera, en esencia, la consecuencia de una conjura urdida por altos mandos… del gobierno y de los mayores grupos delincuenciales; también se habló, claro, de una posible revancha de Fidel Castro pero esto, de haberse dado, hubiera provocado el fin de éste y una reacción rabiosa, imparable, por parte del Pentágono a menos de que varios miembros de este hubiesen optado por el camuflaje.
Lo mismo sucedió en el caso de Colosio, cuyo nombre ya ni siquiera se escribe correctamente –por allí una funcionaria concedió un pergamino llamándole Don Aldo-, cuando la inquietud generalizada fue aplacada gracias a dos movimientos estratégicos:
1.- Con la intervención de Pedro Aspe Armella, entonces secretario de Hacienda, pudo reunirse a los grupos económicos más fuertes del país y a los representantes de las colonias judías, libanesas y vascas que se caracterizan por sus buenas fortunas sobre el territorio nacional. Aquello fue como una leída de cartilla para evitar especulaciones malsanas y saqueos de divisas promovidas por la inseguridad. La perorata fue frontal: se alineaban o les vendría el mundo fiscal encima. Y no hubo sacudimiento financiero alguno, como si el señor Aspe, aconsejado por su jefe el presidente salinas, esperara un acontecimiento de tan altos decibeles y se hubiese preparado para ello. Un plan, insisto, imposible de elaborar de la noche a la mañana.
2.- El segundo episodio tuvo que ver con el automático “destape”, además de oportuno, de ernesto zedillo ponce de león, favorito del nefasto doctor Joseph-Marie Córdova Montoya, que maquinó las formas para brindarle protagonismo al gobernador de Sonora, cuna de la víctima, mediando un arreglado vídeo en donde Luis Donaldo elogiaba al emboscado “delfín” quien se convertiría en el “gran simulador” y uno de los mandatarios más dañinos, por su ausencia de patriotismo, de la historia reciente. Claro, quien intervino, directamente, fue carlos salinas y por ello se “salvó”, en ese momento, el doctor Córdova; pero en septiembre, tras el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, padre de la actual secretaria de Turismo quien ha sabido callar cuanto sabe como el resto de su familia, empezando con su madre Adriana Salinas hermana de carlos y raúl, no hubo más remedio que colocar a Córdova, bien pertrechado, fuera de México, precisamente como representante de México ante el Banco Interamericano de Desarrollo.
Por cierto, pocos saben que este personaje, tan bien blindado por salinas, nació en La Ciotat, Francia, y luego fue concejal en el Ayuntamiento de Almería, durante la segunda República española, y debió pasar en prisión, a la victoria del franquismo, seis años, de 1939 a 1945. Tales cartas credenciales, más que su supuesto doctorado en la Universidad de Stanford jamás demostrado, fueron los que lo situaron cerca de los jóvenes mexicanos con aspiraciones de liderazgo, entre otros, salinas, el becado Manuel Camacho Solís y el “Riqui Ricón” de aquella época, Emilio Lozoya Thalman. Les decían “toficos” por lo “ricos” pero Manuel era sólo el hijo de un general, supuestamente víctima de una muerte natural que cubrió de infecciones su cuerpo pero en realidad envenenado –como ya expliqué en “Los Escándalos” –1999-, por un mercader libanés que no le perdonó haber asesinado a su heredero tras hacerse de palabras por un infortunado incidente de tránsito.
La crónica contemporánea está rebosante de misterios. Lo que acabo de relatar –me consta- ni siquiera Camacho lo sabía y la información me vino a través de un personaje muy cercano a mí, del mismo origen de quien procedió contra el militar, quien falleció en 2009: Antonio Atala Wejbe, secretario que fue de Antonio Mediz Bolio, el poeta del Mayab, de mi padre y, finalmente, colaborador de este columnista en los momentos más difíciles.
Por todo ello, no me asombra la rutina para aplicar lo que el neoleonés Alfonso Martínez Domínguez llamaba “la medicina del tiempo”. Decía que con el transcurso de los meses y los años el olvido general reanimaba las carreras de algunos que, como él, tenían una pesada cruz de descrédito a cuestas –recuérdese su papel en la matanza del Jueves de Corpus en 1971 aun cuando él negó haber formado a “Los Halcones” y el posterior “perdón” de lópez portillo quien le señaló para que fuera gobernador de Nuevo León un sexenio y medio más adelante-.
A no pocos informadores les ha parecido extraño que, por ejemplo, no se hayan producido reacciones serias por parte de la llamada “Confederación de Sinaloa” –tal es la que pretendía armar el gabinete de calderón y éste mismo sin que este nexo sea indagado judicialmente todavía-, y “Los Caballeros Templarios” tras la aprehensión del Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” el sábado 22 de febrero y por la ejecución, ahora sí, del temible “El Más Loco”, Nazario Moreno González “La Chaya”, el domingo 9 de marzo pasado, luego de transcurrir dos años y tres meses desde el primer anuncio de su “muerte”, lapso en el cual no fue perseguido gracias a que su expediente estaba cerrado. Lo demás no fue labor de logística, como tanto presumen, sino casualidad: simplemente cayó en un enfrentamiento en Tumbiscatío, al suroeste de Michoacán y colindante con Apatzingán, y sorprendidos, los marinos y marines le reconocieron. Lo demás es leyenda… como el grupo de la DEA llamado así que inició la cacería de Rafael Caro Quintero, en febrero de 1985, violando nuestra soberanía en cada acción, hasta detenerlo en Costa Rica. Como sabemos, se le dejó salir de prisión el 9 de agosto de 2013 y quince días después el gobierno de los Estados Unidos lo reclamó sin mucho énfasis. Pero este es otro montaje.
Pese al discreto silencio, la revancha posiblemente ya comenzó aunque parezca, por ahora, de muy baja intensidad. Hace una semana, por ejemplo, fue abatido el comandante Génesis Soto Castro, del grupo Élite de la policía preventiva de Sinaloa; y el hecho ocurrió en Culiacán, en donde se rastrea a los cómplices de “El Chapo” quienes, desde luego, ya no están allí. Porque, al final de cuentas, ¿cómo es que Ismael “El Mayo” Zambada” y Juan José Esparragoza, “El Azul”, no tomaran el mando del cártel sinaloense y lo hiciera un joven de veintiocho años, Dámaso López Núñez, hijo del probable operador de la fuga del “capo de capos” en enero de 2001, apenas mes y medio después de la asunción de fox y su verborrea a la Presidencia? Las interrogantes son múltiples y las respuestas pocas… como las relacionadas con las trampas previamente planeadas en una de las cuales, la ratonera de Lomas Taurinas, cayó Colosio para siempre.
Y, por cierto, ¡qué rápido modificaron la escena del crimen! Para recorrerla, hace ya varios años, debió guiarme un maestro, muy amigo mío, por los distintos niveles debajo del monumento que le exhibe con su último saludo a la multitud. Todo lo borraron, excepto la miseria latente, y las placas de homenaje, para cerrar el episodio que sólo la efeméride de las dos décadas volvió a situar en los primeros planos.
¿Veinte años son lo que tardan en resucitar las voces de los muertos? Como en el tango: “veinte años no son nada…” Pero vaya si lo son: ya se han sentado cuatro en la silla emblemática con el escudo nacional en la que la víctima, llamado para ser el “futuro presidente” jamás pudo hacerlo. Y hoy, con hipocresía, algunos se rompen las vestiduras. Farsantes, cobardes y traidores que han sobrevivido, hasta hoy, en su propia inmundicia… “como decíamos ayer”.
Debate
El cinismo ha sido uno de los factores, junto con la impunidad, para sostener los misterios más provocadores en torno al magnicidio de Colosio. Ya se sabe, y en demasía además, que cualquier pesquisa judicial inicia con la pregunta clave: ¿quién resultó el mayor beneficiario? Y podríamos sostener que zedillo, puesto que para él fue la Presidencia que no le tocaba, pero tal sería si no viéramos más allá de nuestras propias narices? Finalmente, ¿a quiénes sirvió el “gran simulador” en buena medida a través de Joseph-Marie Córdova Montoya?¿A todos aquellos que crecieron, incluso las bandas delincuenciales, tras el crimen a sabiendas de que Luis Donaldo se negó a negociar sobre la mesa de raúl salinas de gortari? Por allí van las cosas.
En la misma línea, ¿cuántos secretarios de finanzas han mordido el polvo de la prisión? Acaba de dejar su celda, Gustavo Ponce Meléndez, víctima de la campaña antilópezobradorista en 2005 aun cuando existieran huellas de sus despilfarros, como el talón de Aquiles que permitió la cacería del abanderado de la izquierda; pero también han sido detenidos y encarcelados, quienes fueron responsables de las finanzas de Tabasco, José Manuel Sáiz Pineda, y el de Coahuila, Héctor Villarreal Hernández, entre otros más, si bien jamás se persiguió a quien ocupó el mismo cargo durante el escandaloso mandato de Arturo Montiel Rojas en el Estado de México. ¿Conocen su nombre? Hoy despacha en la residencia oficial de Los Pinos. Buen enclave.
¿Y no va a ocurrir nada con los ex secretarios de Hacienda que actuaron dolosamente ante los huracanes financieros?¿Arturo Carstens, refugiado en el Banco de México, Pedro Aspe Armella, consultor privado de elevado rango, Jaime Serra Puche, el de los veintinueve días que nos llevaron al colapso en diciembre de 1994, y Ernesto Cordero Arroyo, quien no pudo sortear los efectos de la recesión de 2008, están, todos, libres de culpas, peculados y desviaciones? ¡Por favor, no sigan ofendiendo la inteligencia del colectivo!
Pero, entre todos los cínicos, destacan los demagogos, como los fox quienes hoy se presentan con las caritas supuestamente lavadas en el mar de Oceanografía. Y se dicen ignorantes del negocio que enriqueció a los vástagos de la señora de “las muchas faldas”. Y es a éstos, lo mismo calderón que zedillo y salinas, los primeros que debían estar en la secuela de amorales que han devastado a México. Los queremos ver detrás de las rejas.
La Anécdota
Unos días antes de su muerte, luego de su motivador discurso del 6 de marzo ante el Monumento a la Revolución, Colosio recibió una correspondencia confidencial de la mayor autoridad de la DEA en donde se le solicitaba hacer a un lado a varios de sus compañeros de campaña… por considerar que tenían nexos con el narcotráfico. Al parecer, las pruebas eran irrefutables y Luis Donaldo accedió a limpiar la escena, pero no le dio tiempo.
En la lista figuraban, entre otros, tres nombres claves:
1.- Liébano Sáenz Ortiz, quien sería el portavoz de la muerte de Donaldo y luego secretario particular de zedillo.
2.- El yucateco emilio gamboa patrón, quien servía de puente o de canal entre los cárteles del Golfo y el Pacífico.
3.- Ricardo Canavati Tafich, quien sería después alcalde de Monterrey y primo de Bitar Tafich, tercero en el mando del cártel de Juárez durante la época de Amado Carrillo Fuentes –esto es en 1994, el año de la barbarie-.
Los tres están vivos. ¿Qué se espera para interrogarlos?
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
¿PUEDE EXISTIR UNA CONJURA SIN AUTORES INTELECTUALES Y UN ASESINO SOLITARIO? LA PREGUNTA RESULTA RIDÍCULA, OBTUSA, FUERA DE CUALQUIER CONTEXTO JURÍDICO. Y, SIN EMBARGO, A UNA CONCLUSIÓN PARECIDA LLEGÓ EL PRIMER “FISCAL ESPECIAL” PARA EL CASO COLOSIO, MIGUEL MONTES GARCÍA, AL ASEGURAR QUE “MARIO ABURTO PUDO ACTUAR SOLO, EN TIJUANA, O ACOMPAÑADO”. ¿NO MERECE ESTA FALACIA, VEINTE AÑOS DESPUÉS, UNA MEJOR EXPLICACIÓN QUE EL OLVIDO? ES HORA DE BUSCAR A QUIENES SUPIERON LA VERDADERA TRAMA, A LOS SEÑALADOS Y A CUANTOS FUERON MENCIONADOS POR CONDUCTAS FUERA DE LA LEY, COMO EL ENTONCES GOBERNADOR DE SONORA, MANLIO FABIO BELTRONES, QUIEN HABLÓ A SOLAS CON EL ASESINO. TODAVÍA NOS FALTA EL DESENLACE. ¿SERÁ PRONTO?
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