Es difícil el pretender aceptar ciertos problemas sociales que con el tiempo suceden tan seguidos hasta el grado de convertirse en algo cotidiano. Me niego creer cómo el bombardeo de noticias, y el morbo está sacando lo más oscuro de nuestro ser, es decir, tanto las autoridades, así como las personas se están deshumanizando.

El tema del suicidio recuerdo hace años atrás que era visto como un tema de pudor dentro de las familias. Algo que se guardaba como un secreto hasta para generaciones futuras pues era considerado como no digno de la familia, y también ante la sociedad.

La apertura a la información sobre este tipo de temas ha hecho que la gente lo vea como algo cotidiano, y no siendo suficiente con ello tanto en el Internet, así como en sus redes sociales están influyendo cada vez más al mal comportamiento relacionado con el suicidio.

Las redes sociales es un fenómeno nuevo en estas últimas décadas, en donde se fusiona la tecnología, grupo social cibernético, así como con sus usuarios. Y por desgracia todas las redes sociales se han hecho como parte fundamental para muchas personas, y organizaciones para comunicarse ya sea personal o laboral, compartiendo todo tipo de información.

Los famosos “challenge” en inglés o “retos”, han contaminado las redes sociales no solo de puras estupideces en las que no solo caen en la idiotez sino también en la integridad de las personas e incluso en muchas de esas en tendencia en donde el tema del suicidio forma parte de ello.

Pero si a eso le sumamos aquellas causas de suicidios no influenciados por las redes sociales sino a situaciones externas como puede ser el estrés, problemas sicológicos, inadaptación social o familiar, accidente vehicular, entre otros muchos más, esto significa que es un problema que debe y tiene que estar dentro de la agenda de cualquier político de nuestro país.

Para tener un mejor panorama de ello el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, mejor conocido como el INEGI, en uno de sus reportes publica que en el 2015 se registraron 6 mil 285 suicidios; representando una tasa de 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes, siendo las entidades federativas con mayor tasa de suicidio Chihuahua, Aguascalientes, Campeche y Quintana Roo.

Aunque en Coahuila todavía no registran o al menos todavía no han dado a conocer cifras por parte del INEGI, en los años posteriores al 2015, pero existen organismos particulares interesados al tema, como son los integrantes de la Asociación Tómate un Café Conmigo, que realizan campañas preventivas del suicidio.

Vale la pena mencionar ya que no se puede omitir aquellas muertes causados por la violencia del país, en donde también el INEGI, da a conocer estadísticas preliminares durante el año 2017 se registraron 31 mil 174 homicidios.

Existen más “juvenicidios”, que ni siquiera se le ha iniciado un oficio pues no son reportados por su propia naturaleza de origen, en donde el temor de la población por reportarlos y tener represalias del crimen organizado prefiere mejor callar.

Son en sí ya muchas muertes, tanto aquellos en la categoría de suicidios, como los homicidios que deben de ser considerados dentro de programas de impacto socialmente por parte de nuestras autoridades de México, y no dejarlo solamente a organismos particulares o autónomos porque es un tema que en sí ya se perdió el total control de ello y más cuando una gran parte de los mexicanos empiezan a deshumanizarse. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org