Del periodismo a los mercenarios de la información y comunicación
En México, hay una honrosa tradición del periodismo. Ese periodismo que a pesar de la censura, la persecución y el linchamiento desde el poder, ha exaltado y dignificado la libertad de expresión.
A la distancia, los ejemplos de ese periodismo resulta no solo ejemplar, sino digno de ser emulado porque sus contribuciones han Sido fundamentales para el logro de importantes cambios sociales.
La libertad de expresión, cobra una dimensión enorme en las plumas de esos brillantes y valientes periodistas.
Su afán por plasmar la verdad, por encima de intereses políticos o económicos le ha dado a la profesión del periodismo, un valor inigualable.
Valga como ejemplo de lo hasta aquí expresado, el caso de dos ilustres periodistas mexicanos.
Durante el movimiento de la independencia de nuestro país, brillan por su elocuencia y honestidad, las publicaciones de José Joaquín Fernández de Lizardi. Desde el memorable periódico de su autoría, el pensador mexicano, Lizardi denunció las injusticias del virreinato: la mala distribución de la riqueza, la pésima educación y los privilegios que disfrutaban algunas personas.
A pesar del riesgo que le generaron sus publicaciones, Don José Joaquín Fernández de Lizardi, mantuvo vivo su rotativo durante la etapa más adversa a la libertad de expresión (1812-1814). En honor a su destacada y ejemplar labor como periodista, este ilustre personaje, pasó a la historia con el mote del pensador mexicano.
En este ejemplar camino del periodismo digno, se encuentran los trabajos de las también destacadas plumas de Ignacio Manuel Altamirano e Ignacio Ramírez, el nigromante.
Pero es sin duda, el trabajo periodístico de Ricardo Flores Magón, el que le dió un carácter de suprema dignidad a esta labor. Arropado con los principios de la independencia de pensamiento y de libertad de expresión, Ricardo se convirtió en el principal opositor al régimen de Porfirio Díaz.
A través de sus periódicos regeneración y el hijo del Ahuizote, las acerbas críticas de Flores Magón fueron lenta pero implacablemente, desmontando la coraza del régimen dictatorial de Díaz. La firmeza de su postura, propició que el régimen lo persiguiera hasta su muerte.
Ocioso resulta señalar, que si alguien encumbró al periodismo al nivel del elogio, fue sin duda alguna, Ricardo Flores Magón. Y no es que después de los anteriormente señalados, no haya periodistas que se desempeñen con la misma valentía, honestidad e independencia.
Sin duda, México, cuenta con una gran cantidad de periodistas que en aras de la verdad, exponen día a día su posición y hasta su vida misma, sin embargo, superar al ícono que representa , Ricardo Flores Magon, aún se ve distante.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. El periodismo, al igual que otras profesiones y oficios, también ha padecido la existencia de aquellos que denuestan con sus actos la labor.
La declinación de la dignidad, la libertad de expresión y la honestidad por favores políticos o económicos ha sido una práctica muy común entre los comunicadores, que se asumen como periodistas. La lista de los que alquilan su pluma o su voz y que denigran el oficio del periodismo es amplia para desgracia de esta digna actividad.