De su planeación, solamente Hilda
El concepto de planear, a cualquiera nos dice mucho resumiéndolo sencillamente como una estrategia de pasos a seguir para poder lograr un objetivo o meta. Todo esto sin importar lo grande o chico a lo que se quiere conseguir pero definitivamente el éxito o fracaso de ello ya sea en lo individual o colectivo depende mucho del tiempo que se le dedique y lo claro en que se haga.
En el país existe una Ley de Planeación en donde en resumen se podría decir que es el encargado de regular las actividades de la administración pública tanto federal como estatal todo con el propósito de buscar el bien común.
De una manera muy sencilla y coloquial la que existe en nuestro país la Ley de Planeación se trata de un serie de artículos en donde se define no solamente la figura jerárquico, sino también el administrativo, responsabilidades, ejecución así como responsabilidades e instrumentos para poder gestionar los recursos necesarios para el crecimiento del país de una manera muy general en donde incluye a los mexicanos y mexicanas, obviamente mayores de edad, es decir, está pensado para ciudadanos y su objetivo son personas adultas de 18 años en adelante.
Aunque ésta Ley de Planeación ha sido muy poco criticada porque tal parece ser una de esas leyes que se inventaron por el simple hecho de existir o para que algún país no dijera que México no contaba con alguno, pero muy pocos han volteado a verla puesto que es muy diferente planear acorde a ésta ley en donde la planeación está muy distante a la realidad a lo que en el país se está acostumbrado a hacer todo al vapor y a última hora.
Son pocos aquellos políticos que voltean a verlo posiblemente porque su importancia no tiene un impacto ante los reflectores de los medios de comunicación siendo más que evidente que la mayoría de las senadoras y senadores es lo que andan buscando.
La Ley de Planeación no ha tenido reformas desde hace años, siendo una médula importante en donde se puede extender a todo tipo de los sectores productivos para la creación de programas bien planificadas que podría tener una plataforma sólida pero lo malo de quién se atreva hacer éste tipo de cambios o reformas e iniciativas es igual como aquellas obras que no se ven pero, ¡ah cómo sirven!, cuando ya están terminadas, un ejemplo de ello son aquellas de drenaje pluvial en donde al momento de que se hacen siempre causan molestias a los conductores, empero, ya terminadas vemos los beneficios en donde los encharcamientos e inundaciones terminan viéndose beneficiadas también muchas colonias que a la falta de una buena planificación pluvial éstas sufren cada vez que entra la temporada de lluvia pero al pasar los meses y los años siempre serán obras debajo del subsuelo que no se ven pero ayudan mucho.
Lo mismo sucede con la Ley de Planeación en donde una coahuilense tuvo la sensibilidad para voltear a ver ésta ley y pensar en lo que nadie lo había hecho ni como una propuesta. La Senadora Hilda Flores Escalera volteó a ver la necesidad de hacer una iniciativa en donde considera a sus palabras textuales: “Las políticas públicas en México deben de tener principio en su planificación el interés superior de la niñez, pues desde hoy debemos construir para su futuro”
Más claro que el agua no puede ser ya que se piensa en todo y a la vez en nada, es decir, el tema de los menores de edad existe más en los discursos demagógicos y sobre todo en el mes de abril y campañas publicitarias sobre el tema de bullying, sin embargo, muy poco se hace en la elaboración de planes con un sentido de funcionalidad y ejecución en donde las normas existen en la Ley de Planeación al igual que sus límites y alcances porque muy poco se piensa en su desarrollo y menos para toda la población y más para la niñez si realmente esos discursos son ciertos en donde todos le apuestan al futuro de México, o sea la formación de niños y jóvenes con una plataforma de desarrollo para salir adelante.
Esta iniciativa de la Senadora, Hilda Flores Escalera es solo una muestra del campo tan amplio hablando jurídicamente sobre la planeación así como sus alcances que puede tener y en donde México se encuentra muy verde en esa materia ya que para poder dejar ser el característico mexicano que siempre hasta última hora como “El Borras”, el ahí se va, es la manera como nuestros políticos no solo “administran”, sino también solucionan los problemas.
México conformista con una Ley de Planeación a medias porque solamente son las bases, tiene la necesidad de una Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional, puesto que la aplicación de políticas erróneas de “fomento” agrícola, el aumento de los granos básicos y así como el costo de producción, su carente producción de biocombustible y no se diga la poca planeación e inversión en programas de engorda de ganado, sin mencionar el impacto de los cambios climatológicos que sufre el campo, es la parte medular de las crisis alimenticias que se viven en el país. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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