De Santa Anna a AMLO
Arturo Ríos Ruiz
Juárez y Díaz se reeligieron
* El actual juega su plan 2024
Antonio López de Santa Ana nacido en Jalapa, Veracruz, fue presidente de México en once ocasiones, sin embargo, en tiempo efectivo no sumó siquiera un sexenio como ahora:
Con el Tratado de Velasco, firmado en Texas, el 14 de mayo de 1836, tras la batalla de San Jacinto, López de Santa Anna, prisionero y el presidente texano David G. Barnet, acordaron la separación y aunque no se especificó la independencia de Texas.
Más tarde con el Tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848 se firmó, en Guadalupe Hidalgo, el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo entre México y EU. Las bases quedaron implícitas con la firma de Santa Anna.
Benito Juárez, de origen indígena, su mandato duró cinco periodos, reelecciones pues, de 1857 a 1872. También conocido como Benemérito de las Américas por su lucha contra la invasión francesa, estableció las bases sobre las que se fundó el Estado laico y la República federal en México.
Aclaremos: Con la batalla final contra el Imperio Francés, la madrugada del 2 de abril de 1867, en el convento del Carmen, Porfirio Díaz logró el triunfo para la causa republicana y con ello, Benito Juárez pudo suspender su gobierno itinerante y regresar a la Presidencia. Se la debió al llamado “Héroe del 2 de abril”.
Juárez y su aliado Sebastián Lerdo de Tejada, siempre le cerraron el paso a Porfirio que intentaba llegar a la Presidencia, y enarbolaba el precepto de “La no Reelección”, hasta que, después de la muerte del llamado Benemérito, en 1876, Lerdo de Tejada, presidente, anunció su propósito de presentarse a la reelección.
Porfirio Díaz se rebeló de nuevo con el Plan de Tuxtepec; esta vez consiguió expulsar a Lerdo de Tejada y accedió a la Presidencia en 1887. el Congreso lo declaró presidente. El Porfiriato duró de 1876 a 1911. Casi 30 años en el poder.
Esta cronología viene cuento porque todo nos damos cuenta de las pretensiones del actual presidente que indudablemente busca la reelección y conservar en su persona y le emociona el poder que lo subyuga gozosamente.
Hábilmente maneja a sus “corcholatas” como si se tratara de un plan vacío; colocó en primera fila a Claudia Sheinbaum, que no avanza en la medida lógica por contar con el amparo presidencial, le falta todo: personalidad, discurso y arrojo, sólo se conforma en repetir y apoyar lo relacionado con su mentor.
Marcelo, por si las dudas, hace lo suyo, aprovecha cada rendija y soterrado, organiza grupos afines y recursos convenientes para sus fines aspiracionistas de poder. Es su última carta para llegar al punto más codiciado de todo político. Por ahora, Adán Augusto, se ve de capa caída en apariencia.
AMLO es tan predecible que se vislumbra que de acuerdo a las condiciones que imperen para 2024, es capaz de hacer cualquier cosa, hasta fuera de la ley, lo ha hecho muchas veces e imponerse para la siguiente jornada gubernamental. Veremos y diremos.
rrrart2000@hotamil.com y Facebook
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