De esos hay muchos
Por Guillermo Robles Ramírez
Son cada vez más, las escuelas particulares que van desde kínder o jardín de niños, primarias, secundarias y preparatorias, que se abren y funcionan en Coahuila, fuera del control de la Secretaría de Educación Pública, lo que agrava los problemas cuando se presentan éstos, pues de hecho están trabajando como cualquier negocio comercial.
El mayor número se presenta en el caso del kínder o, jardín de niños, y preprimarias, pues la Ley de Educación Federal, no obliga la incorporación o registro de éstos ante la Secretaría de Educación Pública, es decir, el registro o incorporación, esa decisión voluntaria, en consecuencia, se trata de negocios prestadores de servicios en los que no existe mayor obligación que el de impartir clases sin la supervisión y aval de autoridad educativa alguna.
Aunque no hay que olvidar la Secretaria de Educación Pública, había acordado que sería obligatorio que los niños y niñas, cursaran la educación primaria; sin embargo, la educación preescolar no lo es, así como lo estipula en la Ley de Educación Federal, en su Artículo 16,”…la educación preescolar no constituye antecedentes obligatorios de la primaria…”
En la misma Ley de Educación Federal, no hace ninguna mención como la obligatoriedad de la incorporación de la educación preescolar; es más, ni siquiera figura en específico la palabra “incorporación” en ninguno de sus artículos dentro de la Ley, haciendo suponer que cualquier particular puede crear una escuela de educación básica.
Por este mismo esquema de funcionamiento y cuando los padres de familia se quejan de anomalías de esas escuelas no incorporadas o registradas oficialmente a la SEP, las autoridades educativas federales, estatales y municipales, se ven imposibilitadas de intervenir. En un pasado, cuando existía la PROFECO, eran canalizados por esa institución para que presentaran una denuncia, pero ahora lo único que causó el actual gobierno federal fue un embudo sin salida.
De ahí la importancia de que los padres de familia estén conscientes de los riesgos de inscribir a sus hijos en escuelas particulares no incorporadas o registradas ante la SEP o, bien que por escrito se les diga sus obligaciones y derechos, pero sobre todo que cuando el o los alumnos tengan que ingresar a otro plantel que sí está incorporado, se les negará el ingreso porque los estudios realizados, por muy bien que se hayan hecho, no tienen validez alguna.
Viene al caso lo anterior, porque en los últimos días se ha denunciado ante medios de comunicación locales de diferentes cabeceras municipales de Coahuila, diferentes casos sobre kínderes o jardín de niños en donde los padres de familia se posesionaron del plantel y lo bloquearon para exigir más sanitarios, más vigilancia, claridad en los dineros de los padres de familia y otras situaciones más que ahora exigen la intervención de las autoridades de educación y municipales, lo que lamentablemente no es posible precisamente porque el kínder no está incorporado ni registrado ante autoridad alguna.
Los padres de familia se sienten abandonados y marginados por la respuesta de las autoridades educativas y municipales, calificando como deshumano la no intervención de las autoridades.
Insisto en que los padres de familia investiguen bien y sobre todo antes de inscribir a sus hijos a esas instituciones educativas que no están incorporadas ante la Secretaría de Educación Pública, y que no se dejen engañar ante la presencia de que hay muchos de esos planteles fuera de las incorporaciones y registros, y reitero nuevamente que los padres de familia sepan seleccionar lo más conveniente para sus hijos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org
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