Dan…¡ñañaras!

Por Guillermo Robles Ramírez
Como un suspiro de recuerdo en Coahuila, en el año 2009, los diputados locales despertaron en el mes de julio en la que se estableció un punto de acuerdo para proponer que cada cabecera municipal coahuilense, se reglamentara lo antes posible la eliminación o retiro de las películas adhesivas de polarizado de toda aquella unidad que no viniera como parte integral de la fabricación de los vehículos.

En su momento fue una novedad y en las 38 cabeceras municipales coahuilenses se pusieron las pilas tanto autoridades locales, así como la entonces Policía Federal quienes custodiaban las carreteras de México. Algo que en lo personal y haciendo un paréntesis, el desincorporación o eliminación de esta corporación federal en carreteras y autopistas del país, ha sido el peor de todos los errores ya que ni siquiera la Guardia Nacional vigila las carreteras federales motivo por el cual el incremento del crimen organizado o desorganizado han tomado como suyas robando a despoblado tanto a transporte de carga, mercancías y hasta particulares en donde viajan familias con menores de edad.

Durante ese periodo sobre el retiro de las películas adhesivas de polarizado, generó no solo mucho conflicto entre particulares resultando muy controversial. Pero sobre todo como otras muchas cosas más la falta de costumbre y tradición de la desinformación que vive la mayor parte de los legisladores que desconocían y no se dieron por enterados fue que ya estaba reglamentada.

Por allá por los años 90´s salió un decreto presidencial en donde se sanciona a todo aquel propietario de unidad automotriz que lleve sus cristales polarizados. También existía una normativa oficial en donde se estipulaba los niveles de límites de transmisión de luz, término que era utilizado en lugar de polarizado.

En ese decreto determinaron el “punto de acuerdo”, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, allá por los años 90¨s y por cierto su ordenamiento abarca en general a los propietarios de vehículos polarizados, sin hacer discriminación ni tampoco otorgar privilegios.

El decreto en mención también señalaba que solo se permitirá el polarizado de fábrica que traen ya los vehículos y que se concreta exclusivamente a los cristales traseros laterales, siendo esta disposición como una medida de seguridad. Algo que solo era exclusivo para vehículos de lujo cuando se vieron los primeros cristales polarizados en los años 60´. Teniendo como funcionalidad disminuir el calor y la luminosidad dentro del automóvil.

En ese mismo decreto presidencial de los años 90´, se hacía mención que la reglamentación o normativas lo tenía que regular el congreso estatal de cada entidad federativa. Sin embargo, por razones que se ignoran y que sale sobrando que por apatía indiferencia y disimulo, pero igual por falta de información e ignorancia de las autoridades, nunca se atendió esa disposición, hasta pasado 19 años.

Pero como una llamarada de petate la regulación en Coahuila en el año 2009, en donde agentes de tránsito y federales de camino (cuando existieron), sancionaban, detenían e incluso el aseguramiento de vehículo o la inmovilización para todo aquel conductor que no había cumplido la medida dispuesta.

Una pequeña fiebre de polarizado en los vehículos porque no duró mucho tiempo su vigilancia, así como las multas, ya que los negocios dedicados a polarizar vehículos siguieron prosperando, así como también el caso omiso o poco interés tanto de particulares, así como de autoridades.

Actualmente cualquier vehículo nuevo, viejo, usado, o hasta aquellos autos “chocolates”, usan polarizados que ni siquiera se ve quién maneja o cuántas personas van adentro. Y no siendo suficiente con ello, es decir, el polarizado negro como chapopote, ni siquiera portan placas o láminas de circulación de ninguna entidad.

Hay una gran cantidad de ciudadanos coahuilenses que les gustaría que se retomaran estas medidas de eliminar el polarizado, así como la detención de unidades como una medida de seguridad. Hay conductores, sean hombres o mujeres, que en muchas de las ocasiones al estar parados en un crucero esperando encienda el verde del semáforo para reanudar la marcha, que sienten temor o “ñañaras”, pues en verdad la cosa no es para menos porque no se sabe si son buenos o malos quien o quienes van a bordo de esa unidad.

Por el bien de todos, es conveniente y la sociedad lo agradecerá, que las autoridades municipales de la Entidad colaboren eliminando lo polarizado de los vehículos, por tranquilidad y seguridad de todos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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