Por Guillermo Robles Ramírez

Adultos mayores, jóvenes y niños con limitaciones de desarrollo en extrema pobreza es la cara que muestra las características de las diferentes entidades del país. Pero cómo definir la pobreza, mientras que nuestros mandatarios sin importar el nivel, es decir, alcaldes, gobernadores y principalmente el Presidente de México,

hablan de grandes inversiones públicas en todos los rubros, construcción de hospitales cuando la ley en materia de salud son letras muertas ante las negligencias médicas y carencia de medicamentos.

Si por definición pobreza está considerada como una imposibilidad de tener acceso o, carencia de recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas, causando y afectando la calidad de vida de las personas. Y si le agregamos que en nuestro país solamente un promedio entre el 5 y 8 por ciento de la población vive una situación privilegiada, lleno de lujos, sin considerar de quienes viven de la ubre de gobierno, otro 3 por ciento se encuentran en un estado con desahogo económico y casi el 30 por ciento apenas sobrevive mientras que el resto están en la total miseria. Acaso existirá un nuevo concepto de pobreza para los políticos de nuestro país o, será cosa de buscar una nueva palabra que para el caso es lo mismo.

Existen muchos organismos para la medición de tal, sin embargo, de nada sirven las estadísticas, los muestreos para medir el nivel o situación económica que atraviesa una entidad o un país porque la crisis que ha acompañado a México ha sido durante las últimas décadas agudizándose cada vez más hasta al día de hoy desencadenando problemas sociales que se están convirtiendo en verdaderas pesadillas y pilares de violencia causados por el hambre y la miseria.

Puede sorprender como existen comunidades que a la falta de una calidad de vida digna duermen, comen y mueren literalmente en la tierra, en donde ni siquiera llegan los programas sociales, porque son pocos vistosos para que los mandatarios estatales o federal puedan presumir ante los medios de comunicación.

Para algunos esto sonará como una exageración, para otros como sacado de alguna ficción, pero para quienes lo viven en propia carne es toda una realidad; más no obstante, no podemos hacernos de la vista gorda y las autoridades cada vez están lidiando con sus consecuencias, sin tener resultados positivos porque cada vez va en aumento los indicadores de pobreza y a su vez más jóvenes que a la falta de oportunidades son sectores vulnerables en donde la delincuencia organizada recluta cada vez más.

Mientras que autoridades locales tratan de mejorar y endurecer las leyes con más castigos al final del día terminan liberándolos porque ya no caben en las cárceles y mucho menos en los penales.

Pero, por otra parte, se toman decisiones políticas para castigar a funcionarios públicos cuando estos saquean las arcas de la Secretaria de Finanzas, solo por mencionar uno, porque existe más de una caja chica en donde los políticos se sirven con la cuchara grande, ya que también en instituciones gubernamentales de salud pública, en la misma Secretaría de Hacienda Pública, entre otros más, y con artimañas complejas en donde se ven involucrados instituciones bancarias dejando municipios y estados endeudados por años, prevaleciendo la impunidad.

Este panorama no es exclusivo de una entidad, sino que es generalizada en todo el país, en donde el pilar de la violencia que es el hambre y la miseria están reclutando cada vez más criminales por necesidad como resultado de la ineficiencia política mexicana en donde México seguirá siendo cada vez más pobre mientras la población verá un panorama cada vez más difícil. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org