Por Guillermo Robles Ramírez

La ciudad de Saltillo ha crecido demasiado rápido en todos sus sentidos, es decir, en población, casas, negocios, comercio, industria, etc., y entre ese grupo también existen los comerciantes ambulantes.

Dicho crecimiento en la capital de Coahuila, tiene una pequeña particularidad que ha sido de manera desordenada, por ejemplo, hay calles en donde se observa dos carriles para después convertirse en uno solo sin previo aviso. Hay calles que cuya circulación hay que estar muy al pendiente, ya que quienes venimos de ciudades como Torreón, estamos acostumbrados a que una calle va y la otra viene, es decir, se alternan los sentidos y en Saltillo no sucede lo mismo.

Este desorden existe también en el comercio, y siendo más en específico los comerciantes ambulantes, en complicidad con las autoridades locales. Un ejemplo de ello se encuentra en el Blvd. Eulalio Gutiérrez Treviño; en donde se ve un crecimiento desordenado de comerciantes ambulantes, o negocios improvisados en las orillas en donde ni siquiera hay banquetas y literalmente están instalados en terracería o en el mejor de los casos sobre grava suelta.

Pero por qué aseguro dicha complicidad entre autoridades, y comerciantes ambulantes. Este fin de semana visite un negocio de esos improvisados donde venden barbacoa y me estacione sobre un terreno con grava en el Blvd Eulalio Gutiérrez Treviño; y a un lado estaba una camioneta vieja vendiendo fresas, mangos, y manzanas. Apenas había abierto la puerta cuando se acercó el comerciante pidiéndome amablemente que si podía mover mi auto porque le tapa la vista a su negocio y unas cartulinas donde anunciaba el precio de las frutas.

Algo que me pareció gracioso, respondiéndole que no me tardaba y que además me encontraba sobre un terreno con grava, ni siquiera era estacionamiento. Pero además de eso no me quedé con las dudas y le dije también si acaso tenía permiso para vender en la orilla del Blvd. Eulalio Gutiérrez Treviño, a lo cual me respondió que sí lo tenía.

Le comenté que como podía saber si trabaja en el municipio de Saltillo, y le pedí que me mostrara el permiso, lo cual sí lo hizo, pero se mostró con un nerviosismo el comerciante, a lo cual me dio sospecha de algo.

 Efectivamente, tenía un permiso otorgado por el Ayuntamiento de Saltillo, expedido desde febrero 2023, en donde decía “permiso provisional comerciante ambulante de frutas”, para el Paseo San Patricio.

Al mencionarle que el permiso no decía nada sobre estar en el Blvd. Eulalio Gutiérrez Treviño, a lo que me respondió que tenía permiso del dueño del terreno que daba sobre la colonia San Patricio y Paseo de las Gardenias.

Desconozco si esto está permitido por la Dependencia de Unidad Administrativa de Comercio, de la Presidencia Municipal de Saltillo, pero desde mi punto de vista, si el permiso provisional que tampoco tiene fecha de cuándo vence, solamente tiene derecho de vender sobre Paseo San Patricio, es decir, dentro de la colonia residencial y no por un Blvd. Eulalio Gutiérrez, así como tampoco sé si está permitido que los dueños de terrenos de la colonia San Patricio que colindan sobre ese bulevar puedan estar lucrando al conceder permiso para establecerse de manera desordenada a pequeños comerciantes ambulantes, como lo fue el caso del vendedor de frutas, así como también hay vendedores de nueces, un puestito de cerrajería, lava coches, viveros, etc.

En caso de que sí esté permitido considero que debería de hacerse de manera ordenada, que para comenzar les exijan que tengan un estacionamiento porque en verdad si es peligroso estacionarse sobre un terreno y en la orilla de un bulevar que transitan en exceso de velocidad. Además, también que se formalice un paso peatonal, es decir, banquetas, y todo lo que conlleve una infraestructura para evitar eso de crecer de manera desordenada, antes de que se convierta en una ley de usos y costumbres. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org