Compras de frenesí

Por Guillermo Robles Ramírez

Este fin de semana la mayoría de los mexicanos al igual que las autoridades, fueron víctimas de la mercadotecnia con el “Buen Fin”, quedando en el olvido la conmemoración del 105 aniversario de la Revolución Mexicana, dejando ver a su paso el consumismo publicitario y la infinidad de accidentes automovilísticos causados por la euforia de los compradores compulsivos que en su mayoría de las ocasiones muchos artículos ni siquiera eran necesario comprarlos.

Otros de los testimonios de este fin de semana así como el día asueto fue la zona fronteriza del país con nuestro vecino del norte en donde los mexicanos que habían atesorado sus dólares para alguna ocasión especial muy a pesar de la tan devaluada moneda mexicana se aventurado a cruzar a los Estados Unidos ya que no se puede negar que sigue siendo más baratos los equipos electrónicos como televisiones, computadoras, teléfonos inteligentes, etc.

Durante el viernes y sábado se registraron largas filas que podrían sumar una afluencia de más de 60 mil vehículos, sin contabilizar las más de veinte mil personas que ingresaban por la línea peatonal. No solamente provenientes del estado de Coahuila, sino también de Nuevo León, D.F., San Luis Potosí, Durango, Guadalajara, la misma fronteriza Tamaulipas y otras ciudades de México, se dejaron venir para dedicarse al “shopping”, en Laredo, Texas, Mc Allen, San Antonio, La Merced y San Marcos, y otros como dicen a “macalear”, y todos como zombies, compre y compre, acompañados de la frase “ tábarato“ como lema.

La largas filas de vehículos y los miles de mexicanos que se fueron éste largo fin de semana hacer sus compras al “otro lado” a gastar el adelanto en muchos casos de los aguinaldos o gratificación de navidad, así como la primera quincena de éste noviembre, me refiero exclusivamente a los puentes que existen en la frontera de los Laredos o sea los de Tamaulipas y los de Texas.

La palabra “tábarato” se “acuñó” o endilgó a nosotros los mexicanos por parte de nuestros vecinos los “güeros” por las repetidas expresiones al ver las ofertas del lado americano de “mira vieja, tá-barato”, refiriéndose al artículo que se tiene a la vista y a partir de ahí desde hace años, surgió la nueva “tribu” de mexicanos de los indios “tábaratos”. Algo tendríamos que darles las gracias a nuestros “primos” los gringos.

Lástima que todo ese derrame económico quedara brincando el Río Bravo, que les dio un gran levantón a los comerciantes estadounidenses. Podría quedar como consuelo que esos cientos de compradores buscaban artículos que no se encontraran aquí, pero productos como computadoras personales, cámaras, GPS, pantallas planas de LED, y hasta ropa, se encuentran con mejores precios aprovechando las mejores ofertas.

Todo esto, provocado por la cacería de contribuyentes sin incentivos, para ofrecer precio competitivo, por la carga de impuestos antes de llegar al consumidor. Aparte de ser altos y demasiados que una vez en manos del consumidor ya tiene toda esa carga recaudatoria fiscal de dinero, que aunque la eliminarán de la utilidad o ganancia al producto, queda fuera de competitividad, y aunado con la invasión de productos chinos y sin olvidar la piratería.

Ante éstas compras de frenesí por los días de asueto, es una muestra más de la gobernabilidad obcecada de seguir sangrando a los mismos contribuyentes, sin hacer nuevas propuestas que estimulen la economía y ahorro para los ciudadanos creando un nuevo ícono mexicano entre los estadounidenses en donde nos conocen como los “tábaratos”, igual que el chiste de Polo Polo, “a mí no guana!, a mí no buana!” (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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