Como la araña inmortal

Por Guillermo Robles Ramírez

En los últimos años, además de redoblarse las recomendaciones y pegarle en sus bolsillos a los fabricantes, a quedado demostrado que de nada ha servido pese al daño irreversible que causa su uso, siguen predominando sus “adoradores”, encariñados o aquellos que por más que han tratado de retirarse de sus garras y no han podido.

En innumerables lecturas incluyendo, la revista “Consumidor” editada por la Procuraduría Federal del Consumidor, se puede encontrar interesantes artículos sobre un tema constante que ha estado desde hace tiempo en la mente, deseos y el de querer dejarlo de miles y hasta millones de mexicanos y que es precisamente el tabaquismo.

Nadie puede negar que las autoridades municipales y estatales, en su mayoría y el gobierno federal, han llevado a cabo bastantes medidas y acciones para invitar a los mexicanos a dejar el cigarrillo.

Las disposiciones anti tabaco han sido constantes, pero tal parece que, en vez de invitar a dejar de fumar, los mexicanos nos aferramos más y más a ese silencioso, al principio y mortal vicio que es el tabaquismo.

El círculo para quienes fuman, se ha ido cerrando paulatinamente, siendo cada vez más los lugares donde predominan los anuncios de “espacio 100 por ciento libre de tabaco”, particularmente en los edificios o instalaciones gubernamentales, incluyendo en instituciones educativas.

La prohibición por leyes federales empezó en los restaurantes y fue diseminándose a otros lugares hasta llegar en los últimos años a los edificios público.

Empero, si bien es cierto que vemos a más gente salirse de un lugar para fumar a cielo abierto o sea en la calle o en áreas libres donde no se contamine ni se dañe la salud del prójimo, el problema continúa.

La carga fiscal para los fabricantes de cigarrillos cada vez es más agresiva al grado que en la actualidad el 70 por ciento del valor de una cajetilla, corresponde a impuestos, sea el IVA o bien el Impuesto Especial de Productos y Servicios, IEPS, lo que significa que de los 20 cigarrillos que contiene cada cajetilla, 14 se destinan a cumplir con el pago de las respectivas cargas impuestas por la Secretaría de Hacienda.

A esta problemática se ha agregado un enemigo más para la salud de los mexicanos, independientemente de que se ha convertido en toda una calamidad para el gobierno federal por los cientos y hasta miles de millones de pesos que se le escapan.

Me refiero a los cigarrillos ilegales, piratas o de contrabando que en cantidades desmesuradas están entrando a México y que precisamente por tratarse de cigarrillos ilegales o piratas se conoce poco de las normativas para su fabricación hecha en China, Paraguay, Vietnam o en los Emiratos Árabes.

¿Porqué son serios sus riesgos al consumirlos? Nadie a excepción de quienes los fabricaron, saben el proceso de siembra o cosecha del tabaco; si se utilizaron fertilizantes y agroquímicos, cuáles fueron y si éstos son tóxicos; se ignoran condiciones de las instalaciones donde se hizo su manufacturación; si se siguieron y cumplió con medidas sanitarias en su almacenamiento, transporte, etc.

Su costo habla por si solo de los riesgos que se están comprando, pues mientras en promedio una cajetilla de 20 cigarrillos, que llegó legalmente a México y particularmente que lleva anotadas las normativas que se cumplieron, anda la más barata en promedio 40 pesos, la mayoría de las marcas su precio promedia de 53 a 66 pesos, mientras que los piratas o ilegales, oscilan aproximadamente 20 pesos la cajetilla de los ilegales, además que estos cigarrillos por lo barato y fuera del control de las autoridades, está llegando más a los menores de edad.

Se recomienda de manera preferencial y si no se puede dejar el vicio del tabaco, al menos utilizar los que cumplan con las normativas oficiales y que van inscritas en una de las caras de cada cajetilla.

De acuerdo a lo publicitado por la revista “Consumidor”, las autoridades federales están dando fuertes golpes o “palazos” a los precios de las cajetillas de cigarros, empero, éstos no han sido suficientes para detener este letal vicio, convirtiéndose en un remedo y un caso similar a la historia de la araña inmortal a la que por más garrotazos o palazos que le das, en lugar de matarla, se encariña y crece más su adicción.

Se lo difícil que es dejar un vicio como el tabaco, pero si puedes, déjalo, sino te importa tu salud, al menos hazlo por los tuyos, tu esposa, hijos, hijas o nietos o nietas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

con información de intersip.org

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