Catolicismo y paganismo al consumismo

Por Guillermo Robles Ramírez

En las primeras vacaciones del 2024, al menos visto de esta manera por el sector comercio, aunque la verdad son fechas simbólicas y representativas de la religión católica, el día de ayer concluyeron con el Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección.

Pero la pascua no es realmente nada que ver con Jesús, sino el inicio de la primavera, pero tampoco es celebrada como tal, hoy en día se observa una cultura secular que celebra el equinoccio de primavera, mientras que la cultura religiosa celebra la resurrección.

No obstante, la Iglesia hizo una aceptación pragmática de las prácticas paganas antiguas en donde se puede disfrutar de ambos.

Lo que dice la historia por un lado donde se simboliza la muerte del hijo de Dios y su renacimiento, la superación de los poderes de la oscuridad, la maldad el sacrificio del Jesús para la salvación de la humanidad.

Por otro lado, la celebración de la pascua en donde un conejo esconde huevos coloridos para anunciar la llegada de la primavera y todas esas cosas divertidas no dejan de ser fiestas paganas.

En la actualidad la pascua se celebra con tarjetas, regalos y la novedad de sus productos vanos que la misma mercadotecnia los hace atractivos, pero no sirven para nada.

En ambas situaciones la comercialización se apoderó de estas dos costumbres celebradas en todo el mundo, aunque cada nación con su propio estilo. Tan solo por mencionar en México tuvo un gran incremento en la venta de filete de pescado y su gran variedad predominando el cazón del golfo, las mojarritas, robalito, huachinango, turbina, huesos y cabezas de éstos mismos para el sabrosito caldito de pescado, y su variedad de camarones.

Aunque en todos los mercados sus propietarios dicen que son productos tan frescos sintiéndose el aroma del mar y que están recién llegados de nuestras costas que todavía se ven y se mueven por que los acaban de pescar.

Para los que no son gustosos de paladar para los mariscos también hubo la venta de las espinacas, cabuches, flor de palma, lentejas, habas y chicales. Y para darle aún más un toque de cuaresma mexicana no podía faltar la sopa de nopales, para los estreñidos por sus propiedades de alta fibra, que incluye chile poblano, epazote, y sin olvidar las tradicionales tortitas de camarón, pescado y de papa, así como los romeritos.

El postre favorito de esta temporada fueron las tradicionales capirotadas que para las nuevas generaciones que no saben que son; es pan preparado con canela, queso, tomate verde, piloncillo, pasitas y ralladura de naranja o queso.

Esto es solo una prueba en el rubro de la gastronomía restaurantera, puesteros o vendedores ambulantes que aprovechan lo que se vive en la verbena de la Semana Santa, sin embargo, esto es solo una muestra.

Existe otro sector que se ha beneficiado aún mayor y todavía escasos uno o dos días antes de iniciar las primeras vacaciones del año; fue el sector turístico en aquellas ciudades en donde existen esos módulos asistido por una o dos personas en las plazas comerciales, siendo notorio las grandes filas para preguntar por los mejores paquetes para viajar a las diferentes costas de México.

El sector hotelero reportaron en sus diferentes playas una capacidad ocupacional por encima del 90 por ciento, aunque otros presumían estar arriba del 100 por ciento de su capacidad; siendo esto una derrama económica muy importante para el turismo del país.

Es ahí donde te das cuenta sobre la capacidad de los mexicanos para endeudarse aún más ante una crisis que se ha venido anunciando desde el 2023 y que ha arreciado en el inicio de este 2024 y es ahí donde al ver esas grandes filas preguntando por paquetes vacacionales, balnearios, y pueblos mágicos abarrotados, se cuestionaría cualquiera: ¿Dónde quedó la crisis?, ¿Cómo le hace la gente para pagar?

Ya sea en pagos chiquitos de 12 o más mensualidades, a la gente no le importa y mucho menos al comercio, restauranteros, hoteleros y todo aquello que conlleve a una celebración religiosa o de pascua porque la comercialización, la publicidad, y la mercadotecnia de estas fechas hacen que ambas situaciones sean unas fiestas religiosas y/o paganas, para pasar a ser unas fiestas de consumismo total. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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