Ayer, hoy, mañana y siempre de Sophia Loren

México, 21 sep (PL) No me gusta usar el micrófono, estoy acostumbrada a tomar un guión y leerlo, dijo la actriz italiana Sophia Loren cuando recibió el Ariel de Oro, al regalar una sonrisa que recuerda los mejores momentos de sus filmes.
Y quizás eso es su vida, un guión de excelencia, una trayectoria llena de emociones, azares y un sentido particular de responsabilidad en la imagen, la actuación y la existencia que aún acompaña a esta sex symbol del neorrealismo y la cinematografía mundial, quien acaba de cumplir 80 años.
Elegante, encantadora, una de las mujeres más bellas de todos los tiempos son epítetos usados por periódicos mexicanos para distinguir a esta figura que, a juicio de Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, constituye «un talento único… uno de los rostros universales y eternos del cine».
La Miss Italia ad honorem 2014 celebró la víspera su cumpleaños en la ciudad de México con una reunión de figuras del espectáculo y los negocios en el museo Soumaya, donde sería agasajada con una cena, acompañada de su hijo Carlo Ponti.
«Pienso que esta no es una celebración del pasado, más bien el prólogo a una vida muy, muy, muy bella que me ha dado muchísimo», expresó a la prensa la más reconocida actriz italiana, quien ha ganado dos Oscar y otros múltiples galardones.
La protagonista de «Matrimonio a la italiana» y «Dos mujeres» inauguró simbólicamente esta semana en el museo Soumaya la exposición «Sophia Loren. Ayer, hoy y mañana», colección personal que refleja su brillante trayectoria en el cine por más de seis décadas, la cual abrirá al público el 22 de septiembre.
«Reúne mis cosas, mis pertenencias, las que yo he utilizado a lo largo de estos años de carrera y que decidimos presentar aquí; es una exposición impresionante, todo reunido bajo un solo techo», formuló con emoción.
México ocupa un lugar importante para la actriz. «Aquí me casé con Carlo Ponti porque se permitía el divorcio. Yo iba a Estados Unidos a trabajar y si no estaba casada no me lo iban a permitir, fue un matrimonio no válido, de trabajo, pero pocos meses después en Francia se me permitió divorciarme y me pude casar allí», explicó.
Fue una de las invitadas especiales hace tres años en el Festival Internacional de Cine de Acapulco y ahora la Cinemateca Nacional exhibe una retrospectiva de sus inolvidables películas.
En la inauguración de esta retrospectiva, cuando recibió el Ariel de Oro, lo calificó de premio maravilloso que colocará en su biblioteca, en medio de los dos Oscar «porque lo considero importantísimo debido al amor que ustedes me han demostrado y todo lo visto en su país», subrayó conmovida.
Hoy su hijo Carlo Ponti dirigirá la Orquesta de Minería durante un concierto en el Teatro de la Ciudad, dedicado a la actriz, quien piensa que siempre hay que mirar al futuro, hacia adelante. «Esa es la maravilla de la vida», razonó, como una síntesis de la experiencia acumulada en ocho décadas.

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