Por Arturo Ríos Ruiz  

*  Pueblo pobre y gobierno rico  

* ¿Gobernados pidiendo limosna?  

En concreto, con dicho término, austeridad es una política de carácter económico que llevan a cabo gobiernos con objetivo de conseguir mejorar la situación financiera. De esta manera cuando se lleva a cabo es una reducción de gasto público. Es decir, lo que los ciudadanos de a pie han dado en llamar recortes. 

Desde el principio AMLO ha jugado con las cláusulas de austeridad de muchas maneras: “Austeridad Republicana”, “Austeridad Franciscana” y “Pobreza Franciscana” y otras agudezas que suenan más inclinar la convicción a aceptar a que nos convirtamos y aceptemos a un país pobre. 

Es claro que el mensaje es para sus seguidores que todo le aprueban instintivos, aunque las medidas sean en su contra. Sólo recordemos en aquella ocasión que él mismo admitió que tuvo que atacar a grupos indígenas al desviar las aguas en Tabasco a sus hogares para salvar a los de Villa Hermosa. 

La palabra austeridad, ha sido una patraña del mandatario que contrasta con su modo de vida y la de su familia en general, amén de sus colaboradores de los que han dado múltiples pruebas que derrochan el erario en fastuosos gastos de alto nivel. No han prosperado la mayor parte de los señalamientos. 

Es imposible olvidar la casa gris de su hijo mayor en Houston que viven en la opulencia y el largo arrebato del presidente por defenderlo que se llevó más de un mes en argumentos fallidos que lo exhibieron como un león herido al comprobarse la vida fastuosa de su vástago auto llamado, en tono burlesco “Chayro Fifí”. 

Desde luego, es urgente implementar la Austeridad Republicana entre sus colaboradores y él, que predique con el ejemplo, pero es seguro que no deje el Palacio donde vive ni las comodidades que tiene como mandatario del país. 

Pero cuando recurre a la Pobreza Franciscana, ahí sí que exagera, sólo leamos el significado de la mima, pues está fincada en los sufrimientos de San Francisco de Asís que escogió vivir en la escasez emulando a Jesús. 

Sólo falta que AMLO proponga la implantación de la orden religiosa Mendicante, quienes la practican viven de la limosna y está conformada por frailes, llamados hermanos de penitencia. Con lo anterior se explicaría la razón por la que llamó a la Clase Media “Aspiracioncita”. No le agrada el progreso entre los gobernados. 

Me gustaría comprobar que Manuel Bartlett repartiera entre los pobres su imperio inmobiliario, que dice, tener a nombre de su esposa, la estratagema de todo político que registra sus bienes obtenidos con dinero del gobierno a prestanombres que por lo general son familiares. 

“Ya vamos a pasar de la fase de la austeridad republicana a una fase superior, que es la de la pobreza franciscana, mañana me reúno con el gabinete y vamos a llevar a cabo medidas de austeridad adicionales”, declaró el mandatario en su rueda de prensa matutina. Otra mancha más al tigre. 

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