Por Maria de Lourdes Rodriguez Salcedo

Ojos Grandes–Big Eyes El Poder del Arte
Corazón Films trae después de varios años de espera la nueva propuesta de Tim Burton: Big Eyes-Ojos Grandes, realización totalmente opuesta al estilo gótico que lo caracteriza y cuyo colorido podría chocar con la oscuridad de su universo fílmico.

La película obtuvo el globo de oro para mejor actriz protagónica, además de 3 nominaciones incluyendo la de mejor comedia musical,también mejor guion para los Independientes Spirit Award y Canción Original para Los Critics Choise Awards.
Se inspira en la hechos reales de Walter Keane, -uno de los pintores mas exitosos a nivel mundial de los 50 y los 60- que alcanzó una notoriedad asombrosa al revolucionar la comercialización y accesibilidad del arte popular con sus enigmáticos cuadros de niños abandonados con grandes ojos. Convirtiéndose en uno de los primeros éxitos de arte masivo de la época.
El director se centra principalmente en el escandaloso caso de estafa que el retratista realizaba con las creaciones  de su esposa, al vender sus realizaciones y tomar el crédito de ellas.  Un engaño que Margaret realizó en común acuerdo pero que tras su despertar personal después de una serie de circunstancias desalentadoras y dolorosas al inicio del movimiento feminista le incito a separarse de su marido, para poco después revelar que ella era la única autora de las obras mientras que su ex únicamente se dedicaba hacer relaciones publicas, lo que provoco un evidente conflicto judicial entre ambos, llevando el caso a los tribunales, para finalmente, ser reconocida.
Su fotógrafo Bruno Deldonn da a su diseño visual una textura muy bonita del mundo real inmaculada, acercándose a la esencia del realizador gracias a su propuesta argumental, encaminada a adentrarse en las entrañas de la inspiración artística y la suplantación.
El discreto encanto de su producción, ambientación y maquillaje, así como una paleta cromática colorida y brillante, son los elementos elocuentes utilizados por  Burton para crear una estrategia de seducción visual  en la exuberancia de la anécdota y en las misteriosas pinturas de esos Ojos Grandes”…

El contraste de esos colores vibrantes  en todo momento destacan y retratan la turbia historia, así como las emociones de la pareja: por un lado, las truculentas y tacañas motivaciones de Walter, y por el otro, la desesperación y frustración de Margaret. La iluminación recrea las atmósferas anímicas con matices.

También destaca el trabajo actoral de los protagonistas, Amy Adams y Christoph Waltz, que comprenden la psicología y motivaciones de sus personajes y que igual consiguen sobrecogedoras interpretaciones por separado, o compartiendo escena.
Nos encontramos con un buen film obsesivo y convincente en su complejo tema de la reproducción artística, su comercialización y su inmediatez como una “moda”, para enfrentar la idea del arte como expresión personal y única del artista más allá de su venta.
Ojos Grandes–Big Eyes es uno de los trabajos más impecables de Tim Burton en las últimas fechas, con un resultado sobrio pero totalmente reflexivo, discreto pero fascinante, pero sobre todo conmovedor, seductor y humano. Es un precioso elogio al poder del arte como expresión del individuo.