Por Guillermo Robles Ramírez 

El término del “sueño guajiro”, seguramente para los mexicanos es algo con el que estamos muy familiarizados. Es aquel lugar en la mente en donde la imaginación es la salida de toda realidad. Un lugar especial en donde todo es perfección y es posible cualquier deseo.

            Cuántas veces ha comprado un boleto de la lotería o cualquier otro tipo de sorteo en donde su premio esté acumulando millones de pesos. Y cuántas veces se lo ha gastado dentro de su imaginación comprando mil cosas y pasa mucho tiempo para que alguien te diga “son puros sueños guajiros”.

            En la política sucede lo mismo aquellos que sueñan con ser el Presidente de México, así como en una lotería es el premio mayor. Cuántos de ellos sueñan con ser algún día el mandatario de nuestro país.

            Pero ambas situaciones cuando se hacen realidad son muy distantes de lo que soñaron. Por un lado, el que se saque premiado con los millones de pesos lo primero que hará será festejarlo y derrocharlo. Por el otro lado aquel político que veía muy lejos esa probabilidad seguramente una vez convertido Presidente de México, estará en una situación inexperta y cometiendo cada burrada llevándose a los mexicanos entre los pies.

            Eso mismo fue lo que le sucedió al actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien a sus 90 días en que asumió el cargo como mandatario del país solamente se ha hecho notar por sus decisiones impulsivas con cero planeación.

            Su combate a la corrupción no ha sido como su mejor estrategia ya que su carencia de asesores y experiencia pues nunca en su vida hubiera imaginado que sería Presidente, y ahora no sabe que hacer le está costando a los mexicanos dinero y ha estado por encima de la Ley.

            El primer capitulo e inconcluso fue sin dudas el, “huachicolero”, el segundo es la eliminación del programa de Estancias Infantiles, que representan 9 mil 565 espacios en donde se cuidaban y daba atención a menores de edad, como también un lugar seguro para dejar a los hijos de miles de mujeres.

            Una decisión sin aprobación de nadie y la improvisación del nuevo Programa de Bienestar de Niños y Niñas Hijos de Madres Trabajadoras, no solo pisotea la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sino también están atentando contra los interés e integridad de los menores de edad.

            Bajo la acusación de corrupción, delito que está infundada legalmente, ya que lo único que se detectó en la Auditoria Superior de la Federación entre los años 2017 y 2018, fueron 319 irregularidades en 319 estancias infantiles de las 9 mil 565 responsables del programa. Esto se traduce solamente el 1.8 por ciento del total.

            Una cifra insignificante comparado al resto, es decir, que el 98.20 por ciento de ellas estaban operando de manera correcta y sin anomalía algunas dando resultados positivos a la sociedad mexicana y generando trabajo.

            Una decisión irracional y con las vísceras de fuera pues alguien estando en sus cabales normales, no atentaría en contra de la libertad del trabajo, no atentaría en contra de la protección social, y mucho menos atentaría en contra de los intereses de la infancia.

            No se pueden hacer cambios radicales sin antes tener un plan y lleno de contradicciones cuando existe antecedente que para todo le gusta hacer consensos como lo hiso con el aeropuerto, y el Tren Maya, pero en esta ocasión se desconoce porque no lo hiso.

            El querer arreglar el país y para poderlo explicar de manera que lo entiendan aquellos que piensan igual que AMLO y que tienen el mismo tamaño de visión; es como pretender hacer modificaciones en tu propia casa en donde tumbas paredes, piso y baños para poner unos nuevos llenándolo de trabajadores, pero sin haber sacado a tu familia en donde peligran tus hijos y obviamente tu conyugue. Lo más lógico es hacer esas modificaciones consultando y sacando quienes habitan dentro de ese hogar o bien haciendo esas modificaciones por áreas para no incomodar a todos los integrantes que habitan en esa casa.

            No se puede gobernar un país con solo cumplir lo que se dijo en una campaña presidencial porque simplemente dijo muchas cosas que la gente quería escuchar y para aquellos quienes votaron por convicción o por dar el voto de castigo a dos partidos, es decir, el PRI y el PAN, solo espero que no sea uno de los afectados de estas estancias infantiles pues en estos momentos te estarás dando de topes contra la pared.

            Una gran responsabilidad para los 30 millones 113 mil 483 ciudadanos mexicanos que votaron por el actual Presidente de México, de seguir gobernando de tal manera, porque tarde o temprano les afectará, el retroceso que está teniendo nuestro país en crecimiento y protección social, así como muchas fuentes de trabajo. Pero bueno, ahí tienen a su Presidente no solo boicoteándose, sino también a la nación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org