Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Tulum o Solidaridad, la apuesta del régimen

En materia de gobierno todo cambio es sospechoso,  

aunque sea para mejorar 

Sir Francis Bacon 

Por Julian Santiesteban 

La batalla electoral del 06 de junio, en Quintana Roo, no tiene ninguna sorpresa. Los candidatos han comenzado a caminar con los mismos desgastados discursos y, el elector, tendrá la obligación de elegir entre “dos sopas” que, a nivel del “infelizato terrenal”, es decir, usted, el escribiente y todos los que no vivimos del acceso a las arcas, suena tan igual campaña tras campaña. Lo que sí destaca es que, dado lo definido de la contienda en favor de la Morena tendencia nacional, el régimen local se debate entre asegurar el gobierno de Tulum y Solidaridad, dadas las derrotas que ya se avizoran en el resto de la entidad. 

Caso aparte merece Benito Juárez, pues aunque el candidato del PAN-PRD-CQ, Jesús Pool Moo, tiene posibilidades de derrotar a Mara Lezama Espinosa, que busca la reelección; si el triunfo lo alcanzara el también diputado federal con licencia, sería más por los yerros gubernamentales de la actual administración municipal y la conjunción de intereses en contra, que por alguna estrategia bien articulada por parte del régimen estatal actual. De hecho, el triunfo se obtendría a pesar del error primario, evidente, de la designación de la coordinación misma de las campañas. Sin visión, sin estrategia y pensando más en el 2022 que en el próximo 06 de junio no hay triunfo posible.  

Recapitulando. La entidad tiene la misma tendencia que el resto del país, de manera general Morena es el partido favorito para ganar las elecciones inmediatas. Con eso como contexto, a la administración de Carlos Joaquín González se le ha acentuado la necesidad de proteger intereses futuros, por ello se ha replegado a dos municipios: Solidaridad y Tulum. En el primero de ellos contiende por el panismo Lily Campos Miranda, diputada local con licencia que alcanzó la curul debido a una enorme inyección de recursos, ha sido una creación política forzada, más por los intereses que ha respaldado que por su valía como representante popular. Ahora la lanzan a la presidencia municipal y no parece haber recursos que alcancen para repetir el triunfo de 2019. 

La segunda alternativa del PAN-PRD-CQ es en realidad la que debiera ser la principal: Tulum. Aquí gobierna Víctor Mas Tah. Ha sido una administración con escándalos, pero también ha abierto proyectos de enorme potencialidad. Es la demarcación con mayor posibilidad de crecimiento (por encima de Solidaridad) y el triunfo parece posible si a Mas Tah le quitan el lastre de tanto personaje siniestro como Jorge Guevara Brizuela o Jamil Elías Hindi. En suma, si dejan a Víctor Mas, ser él mismo. Nótese que “lo” rodearon no “se” rodeó de ese tipo de personajes. Todo grupo político requiere de alianzas estratégicas, pero en el caso de Mas Tah, se llegó al abuso. Es hora de permitirle una segunda administración enfocada a consolidar a Tulum como la nueva joya turística de México. Esta región tendrá igual o mayor importancia que destinos como Cancún en la próxima década. Con visión de futuro, no debiera haber duda en dónde concentrar los esfuerzos. 

Cuando apenas ha transcurrido una semana de campañas, hay quien dice que la batalla en el noveno municipio está perdida para el oficialismo; pero el juicio parece muy corto, si se considera la coyuntura actual, pues Marciano Dzul Caamal, aún tiene resistencias internas y, ninguno de los dos parece haber encontrado el discurso que verdaderamente enganche a la ciudadanía que saldrá a las urnas. Es ahora el momento de apretar el paso. Tulum debiera ser la apuesta, dejando que el potencial del alcalde se muestre, sin personajes siniestros. Solo así, en una competencia Mas Tah contra Dzul Caamal, podrá advertirse la pertinencia de la oferta, en un municipio que, desde que fue creado como tal, ha sido gobernado solamente por dos grupos políticos. Ese es un dato que no debe perderse de vista ahora que una nueva administración está por elegirse. 

Luego entonces, en un ejercicio simple –o simplista- de costo-beneficio, parece no haber duda. Solidaridad es menos probable de alcanzar por una disputa entre tres: Laura Beristain (alcaldesa que busca la reelección), Gabriel Mendicuti Loría (ex alcalde y candidato de Fuerza Por México, con la mayor estructura electoral) y Lily Campos Miranda (que lleva el lastre de apenas haber logrado la diputación en la elección anterior a golpe de “apoyos”); mientras que Tulum tiene menos electores y mayor potencial de futuro, pero sobre todo, a un alcalde en funciones que no requiere tanto que le den, sino que no le “quiten.” 

COMENTARIO MORBOSO 

Y a propósito de triunfos relativos y derrotas completas; el viernes, Sala Xalapa del TEPJF dio un plazo de 5 días a Morena para que explique las razones por las que designó a sus candidatos en Solidaridad, Isla Mujeres y Benito Juárez, sin haber notificado a otros aspirantes las razones por las que no aceptó sus registros. Inmediatamente surgieron dos interpretaciones principales, la primera de ellas dice básicamente que las candidaturas, entre ellas la de Mara Lezama Espinosa, fue cancelada; la segunda, que dice que no se compromete la misma, sino que el partido únicamente aclarará las razones para postularla y la confirmará en la posición. 

Una tercera interpretación es que, los que cuestionaron las designaciones por lo discrecional e irregular del proceso, ya ganaron. Morena, estatutariamente, tiene solo tres formas de designar candidatos: Encuesta, asamblea y sorteo mediante tómbola. Ninguna de las tres se aplicó y quedó probadamente demostrado ante el máximo órgano de justicia electoral. En consecuencia, hay dos opciones: componer lo mal hecho con algún “parche” legal, o reponer completamente el proceso. Ese ya es un triunfo para los que señalaron que lo hecho fue no sólo ilegítimo, sino ilegal. 

Luego de que Morena confirme –si lo hace- mediante cualquier artilugio, a Mara Lezama Espinosa, el tema llegará a Sala Superior del mismo tribunal, en donde se evidenciaría la “chicanada.” Así que el tema no es tan sencillo, ya en 2019 hubo un antecedente en Quintana Roo, cuando a media campaña, Susana Hurtado Vallejo, fue retirada de la candidatura a una diputación local, y fue puesta en su lugar la actual legisladora, Erika Castillo; luego de que se demostrara que la primera fue designada discrecionalmente y la segunda siguió el camino establecido por los estatutos de Morena. En el caso de Isla Mujeres, si la candidatura de Fernando Bacelis se cancela, tendrían que optar por un tercero en discordia, dado que Eduardo “wato” Peniche ya se fue camino del PAN y en Solidaridad, parecen regresar las esperanzas a Cristina Torres Gómez. 

Claro, el delegado y ahora candidato, artífice en lo local del tremendo cochinero, Óscar Cantón Zetina, ya salió a decir que no hay riesgo alguno, ni modo que reconociera que la candidatura a la diputación federal que ahora ostenta –por la vía plurinominal, faltaba más- la obtuvo en ese intento de hacer trampas y obtener recursos (¿o ya se olvidaron los señalamientos de millonarios sobornos a cambio de las postulaciones ahora en riesgo?). Se les acusa de tramposos, no de “conejos.” Atentos todos, a mitad de esta semana, el tema se estará yendo al máximo tribunal nacional, y de ahí vendrá todo en cascada hacia abajo; reitera el escribiente, no olvidar el caso de Susana Hurtado, por esa ruta viene todo, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. 

Deja un comentario