Aquel hombre que pierde la honra por el negocio,  

pierde el negocio y la honra 

Francisco de Quevedo 

Por Julian Santiesteban 

No es por el desatado golpeteo mediático, ni por congruencia política o simulado cumplimiento con sus representados; vaya, es tan sólo cuestión de lógica simple. La Cuarta Transformación Republicana (4T) acaba de heredar la primera deuda a los quintanarroenses por los próximos 20 años. Cuatro gobernadores se requerirán para pagarla, seis cambios de administraciones municipales, y aun así tienen la desfachatez de asegurar que se hizo “de cara a la ciudadanía” y para posibilitar la “recuperación económica”, cuando los recursos no serán ejercidos en ninguna actividad u obra para superar la pandemia del Covid 19. Esa es la clase política quintanarroense. 

820 millones de pesos serán utilizados por el actual gobierno quintanarroense, a un año y medio de que concluya el actual sexenio, en la iniciativa se plantea que los recursos se ejercerán “hasta donde alcance” y, además, que cada año deberán inscribirse los del Fondo de Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) en la deuda del año fiscal que se trate…y aun insisten en decir que no se trata de un adeudo, como si el 25 por ciento de las participaciones federales que se comprometen cada año no sirvieran para pagar lo obtenido. Eso es mentir y, considerando los “valores” políticos presidenciales, es “traicionar al pueblo”, se violan dos de tres… el de “no robar”, pues quedaría intocado, sólo si los legisladores no hubieran recibido algún “estímulo” para definir el sentido de su voto, pero por ahora el escribiente no tiene certeza sobre ello…aunque sospechas muchas. 

Recriminaciones también ha habido, de delegados partidistas y algún diputado federal, señalando que los recursos que están por obtenerse serán destinados a obras o acciones eminentemente electoreras, pero más allá de lo obvio, destaca la incongruencia –o desobediencia- de los legisladores locales con respecto a la “línea” de sus partidos. Morena recrimina al gobierno estatal, como si no hubieran sido sus propios diputados locales los que hubieran apoyado el proyecto. Los del Partido Verde Ecologista (PVE) que tantas veces aseguran “no mandarse solos”, evidencian que la cercanía con la 4T es solo mientras no haya “una lana” por aprobar; y los del Partido del Trabajo (PT), pues esos están en proceso de expulsión del partido por ese tipo de aprobaciones, así que tienen que aprovechar la “explotación de la franquicia” mientras dure, pero al final los que pagan siempre son “los de a pie.” 

De los del Partido Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) no puede esperarse más de lo que se vio, obediencia a pie juntillas al régimen local. Pero a todos, absolutamente todos, se les acaba la “bandera política” de los “malos gobiernos”, de los “regímenes endeudadores”, de la utilización electoral de los recursos públicos: porque podrán usarlo en los enardecidos discursos que proferirán durante 45 días, a partir del 19 de abril que inicien las campañas, pero todos; absolutamente todos, son iguales ahora, pues lo mismo Morena que el PRI, el Verde o el PT que el PAN y PRD, han heredado deuda a los quintanarroenses. Todos con esta acción legislativa, han comprometido a las próximas generaciones estatales. 

Lo lamentable, al final, no es solamente que el quintanarroense no tenga alternativa a la hora de acudir a las urnas. La diáspora política ha colocado a candidatos de la misma clase política en partidos grandes y pequeños, en coaliciones o instancias que compiten solas, pero todos y todas son lo mismo, lo han demostrado a partir de sus acciones; así que sólo falta ver quién tiene más cara dura para mentirle a las personas, asegurando ser diferentes, cuando su pasado los condena.  

A partir de 2022, muy probablemente Quintana Roo tenga el primer gobierno estatal de la 4T, con una deuda heredada también en parte por la 4T, así que, hasta el discurso de “nos heredaron un cochinero” se les ha agotado. Al ciudadano le corresponde la obligación de tener memoria, o seguir padeciendo malas gestiones, por el idealismo de creer en “el cambio” o la “transformación republicana”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. 

COMENTARIO MORBOSO 

Este jueves 11 de marzo, se cumplió un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la pandemia ocasionada por el Covid19, en ese lapso, más de dos millones y medio de personas han muerto y 117 millones se han infectado en el mundo. Desde hace algunos meses, diversas farmacéuticas desarrollaron vacunas que, hasta ahora, no se producen en las cantidades necesarias y la incidencia de efectos secundarios es elevada, situación esta última que se modificará seguramente con las de segunda generación que se produzcan en el futuro. 

En México, sin embargo, en donde todo suele pasar por el tamiz de la política, el plan de vacunación se ha convertido en un tema eminentemente electoral, avanza a paso lento y el control del proceso se mantiene en el gobierno federal, a través de la Secretaría del Bienestar. Antes de que concluya marzo, el país superará los 200 mil muertos y casi llegará a tres millones de contagiados. Los gobiernos estatales recriminan la entrega de vacunas fuera de rango de temperatura –lo que aminoraría su efectividad- y la imposibilidad de adquirir antígenos por su cuenta para aplicarlos a sus pobladores. El balance en el país es negativo, pero, sobre todo, queda la impresión de que lo que se hace es insuficiente y con intencionalidad diferente a tener una población cada vez más inmune. 

Y a nivel Quintana Roo, los alabos permanentes por lo “bien” que se han manejado los recursos en la pandemia (elogios provenientes de los órganos “anticorrupción”, háganos el “favrón cabor”), con veinte mil 531 casos acumulados de Covid 19 y casi dos mil 500 fallecidos. Pero, sobre todo, con la estructura de Salud intocada y negocios boyantes por casi 300 millones de pesos, asignados desde el poder a oscuros personajes, para el regocijo del régimen. Ese es el balance en lo local y, lo peor, que la economía apenas da visos de reactivación, mientras la pandemia muestra que permanecerá por lo menos todo 2021… pobres arcas estatales; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.