A tiro de piedra: El autocrítico informe
En estrategia, es indispensable tener la sensibilidad para la oportunidad
Jorge González Moore
No es de alabarse por sí misma la postura autocrítica asumida por el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, en su segundo informe de labores; porque representa, en principio, un incumplimiento de lo que su administración prometió a todos los ciudadanos; sin embargo, la solución a problema alguno parte de su reconocimiento; pero además lanzó mensajes claros a los actores políticos, tendiendo puentes con los que hasta el primero de julio fueron adversarios.
Por partes, el mandatario hizo un recuento de lo alcanzado en el primer tercio de su mandato, las obras y acciones que han permitido avanzar, a pesar de las carencias económicas y sobre todo, detener la caída de la administración pública quintanarroense cuyo saqueo las puso en una espiral hacia abajo. Para ello, las dos administraciones que le antecedieron construyeron normativas a modo que impedían sancionarlos y cuya reversión ha ocupado gran parte de este primer tramo de gobierno. Los procesos judiciales seguirán, dijo, como también la tarea por cumplir los compromisos.
Sin embargo, para el escribiente, lo fundamental del mensaje estuvo en lo político, pues para cuando llegue su tercer informe las condiciones serán muy diferentes, para septiembre de 2019, la Secretaría de Turismo (Sectur) ya habrá iniciado su mudanza a Quintana Roo, el “super delegado” nombrado por el futuro presidente ya estará en funciones y las elecciones intermedias ya se habrán realizado, con resultados muy probablemente adversos para los partidos en el poder y en favor de Morena; ante ello y desde ahora, Carlos Joaquín González adelantó que trabajará con todos y de la mano.
Reconoció que los resultados del gobierno no han estado a la altura de las expectativas ciudadanas, y en lo político, el mandato ciudadano del primero de julio no favoreció a los partidos en el gobierno, pero consideró que las elecciones ya concluyeron y es tiempo de dejar de verse como adversarios, “el resultado electoral evidenció un deseo de cambio y la necesidad de mayor diálogo”, dijo.
En el marco del final de la administración federal, agradeció al presidente Enrique Peña Nieto su apoyo y a Andrés Manuel López Obrador le expresó su voluntad de trabajo, a los presidentes municipales electos en lo local, les dijo que “será un honor y privilegio trabajar de la mano”, aseveró que se logró una alternancia política dentro del más alto respeto.
Invitó a dejar atrás viejas soberbias y a los poderes y nuevas autoridades a gobernar con humildad –¿lo escucharían los diputados?-, “no más una política autoritaria e intolerante”, dijo, pues es más lo que une a los actores políticos, que lo que los divide; fue un mensaje lapidario, que encontró eco por cierto, en alcaldes como la de Benito Juárez, Mara Lezama, quien al final del evento reiteró su compromiso de trabajar de la mano con el gobierno estatal.
Hacia el futuro, recalcó que “las cosas no pasan por arte de magia ni por decreto” y por ello los esfuerzos seguirán; el informe fue, en suma, un relanzamiento de su administración, con mayor humildad y apertura a la crítica, con la inclusión de nuevos actores y la voluntad de trabajar con ellos en la “cruzada por recuperar Quintana Roo”; faltan ahora los ajustes al equipo de trabajo, que muestren lo que el discurso adelantó, pero esperanza de cambio, parece que aún existe.
COMENTARIO MORBOSO
El escribiente lo ha señalado en ocasiones anteriores: al gobernante le asiste la responsabilidad de negociar con todos los actores políticos, sin aferrarse a colores o militancias personales. El poder se ejerce pues, más allá de deseos de grupo; y ese fue el mensaje contundente de un gobernador que reiteró que trabajará con quienes gobiernen en los municipios, y por supuesto que ello adelanta también la circunstancia por los posibles resultados de las elecciones intermedias de 2019.
Si Morena es el partido mayoritario en el futuro inmediato, pues se trabajará con sus representantes. Eso debiera encender las alertas en los partidos políticos tradicionales, pues si permanecen descansando en la “mullida almohada” de ser gobierno, apenas concluya la actual administración conocerán su lamentable realidad. Al gobernador le exigió recientemente el PAN mayores espacios en la administración y este les respondió que dichos espacios no se asignan por militancia, sino por capacidad; si eso y el mensaje lanzado este sábado no les aclara que no son precisamente prioritarios, al despertar después de las elecciones locales intermedias verán su panorama futuro; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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