Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Candil de la calle, pandemia en la casa

El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar
 en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones
Winston Churchill

Por Julian Santiesteban

Hágase justicia, pero en las mulas de mi compadre. El refrán popular describe a la perfección la actitud asumida por el gobierno federal, pues mientras decreta una emergencia sanitaria que impide a los patrones a despedir a sus empleados, a la vez los obliga a seguir tributando para mantener a la alta burocracia nacional y al gobierno de la Cuarta Transformación Republicana; eso sí, propalando el discurso de que a todos se ayuda…cuando a todos se esquilma.

La declarada emergencia –cuya figura por cierto no existe legalmente; en contraparte sí existe la de contingencia-, no modifica sustancialmente las tareas que ya se realizan o que se han dejado de hacer, tanto en la administración pública como la iniciativa privada, y cabe decir que sí llega sustancialmente retrasada, pues tan sólo en Quintana Roo, los trabajadores despedidos de la industria turística se cuentan por decenas de miles, y la advertencia de la autoridad de que no deben despedirse los trabajadores en nada aminorará el negativo fenómeno, mientras no exista un programa de estímulos fiscales que permita a los empleadores a mantener a sus trabajadores.

Mientras eso ocurre, en la declarada emergencia se decretan como actividades sustanciales y que no deben suspenderse las de recaudación y pago de impuestos –faltaba más-, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) no ha prolongado siquiera el periodo para la presentación de declaraciones anuales y como toda medida solidaria; en lugar de dar, pide a los tributarios de este país que paguen, pues sólo así, dicen, se tendrán los suficientes recursos para atender la pandemia. Pues sí, desde el gobierno, pero ¿y a los empleadores privados quién los ayuda?

Por lo pronto, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que el 05 de abril dará a conocer su plan para la recuperación económica; ha recalcado que se mantendrán los programas sociales y asegurado que se entregarán un millón de microcréditos, la mitad a la economía formal y la mitad a la informal. En contraparte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo Concanaco-Servitur y otras instancias aglutinadoras de empresas en este país, han urgido a la postergación en el pago de impuestos y el regreso expedito de otros como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), nada de lo cual ha sido autorizado. Es decir, si el plan tiene que ver con mantener un “clientelismo” con rentabilidad electoral, pues se está yendo en la ruta adecuada. Si el objetivo real es evitar el colapso económico, evidentemente no se está haciendo lo debido.

El tema no es menor, pues los despidos masivos tienen incidencia en otro tipo de fenómenos sociales como el de la seguridad, pero además impactan la dinámica económica de cualquier país. La relación es simple –y reducida a su mínima expresión, sólo para efectos de explicación-, si los adultos mayores y jóvenes construyendo el futuro son los únicos que tendrán dinero (por el pago de sus becas) para comprar, la producción del país colapsará por la sobreoferta; se requiere entonces un programa real que promueva el empleo y mantenga la productividad, no sólo el clientelismo para tiempos electorales; pero es más fácil seguir siendo candil de la calle y oscuridad de la casa.

COMENTARIO MORBOSO

Y aunque aún es muy prematuro decir que la actual dirigencia nacional de Morena permanecerá hasta que se definan las candidaturas del proceso electoral 2020-21, hay quienes ya vaticinan que eso ocurrirá y están felices, pues con ello se “descarrilará” la aspiración de muchos y pudieran llegar a cargos de elección popular personajes impensados…y no necesariamente los que pensaban hasta ahora que iban en caballo de hacienda rumbo a los comicios más grandes en la historia de México.

Como seguramente ya sabe el lector, este lunes, el dirigente nacional del partido, Alfonso Ramírez Cuellar, lanzó la convocatoria para la renovación de la dirigencia, misma que fue cancelada unas horas después por la contingencia del Covid-19, en espera de que las autoridades sanitarias determinen si el proceso sigue o queda en suspenso para mejores tiempos, con lo que los “daños colaterales”, políticamente hablando, de la pandemia, pudieran comenzar a caer desde este mismo 2020.

Se explica el escribiente, resulta que el proceso electoral inicia formalmente en la primera quincena de septiembre y la pandemia en México se prevé se mantenga, por lo menos hasta ese mes u octubre; y con todos los actos preparatorios y las etapas del proceso, el INE pudiera avalar que Ramírez Cuéllar permanezca al frente del partido; ¿a quién beneficiará en Quintana Roo esa situación, a los “maribelistas” o a los “alegres”? los seguidores de “Mara” están muy desdibujados actualmente y la alcaldesa benitojuarense, dicen, anda más preocupada por estas fechas por la aprobación futura de sus polémicas cuentas públicas y porque el Covid-19 no se le desborde en Cancún, además de que aún le tocará intentar la recuperación económica del destino turístico más importante de México, así que ni la reelección estaría en sus planes…todavía.

Ahora bien, hay quienes aseguran también que la elección del actual dirigente estuvo fundada en su institucionalidad, así que, aquellos que creen que pueden tener “línea directa” pueden llevarse una sorpresa, aun cuando muchos videos abrazados al líder difundan; veremos. Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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