A tiro de piedra: 2025, entre la consolidación y la competencia adelantada
Gobernar dentro de un régimen democrático sería mucho
más fácil si no hubiera que ganar constantemente elecciones
oGeorges Clemenceau
Por Julian Santiesteban
El año que inicia será clave para la construcción de la sucesión estatal en el 2027, pues es ahora cuando se afianzarán las relaciones político-administrativas que permitan la definición de candidaturas y, mientras el gobierno deberá consolidar eso a lo que llaman 4T, los que no forman parte del mismo -por decisión o exclusión- adelantan los “tambores de guerra” en una adelantadísima carrera por los próximos cargos de elección.
Aunque el 2025 apenas inicia, la carrera por la sucesión parece ya ha iniciado, tanto, que la misma gobernadora del estado, Mara Lezama Espinosa, hizo un llamado, este jueves, a concentrarse en el trabajo por hacer, reiterando que “hay gobernadora”, a pesar de las aspiraciones que muchos comienzan a mostrar, con miras al 2027. Y aunque ese llamado difícilmente amainará los ánimos de competencia, a la mandataria no le falta razón en cuanto a la ruta crítica por seguirse, con miras a su sucesión y aquí lo explica el escribiente.
A nivel país, la administración de Claudia Sheinbaum Pardo tendrá las condiciones de serenidad para redefinir sus relaciones con las y los gobernadores/as, pues elecciones sólo habrá en Durango y Veracruz, y sólo a nivel de los gobiernos municipales, de manera tal que no existirá la presión por mantener el poder, sino sólo por gestionarlo de manera correcta y, eso, pasa fundamentalmente por las consideraciones de la nueva mandataria, quien además podrá ir diluyendo en el gobierno -aunque no necesariamente en el imaginario colectivo- la “huella” de su antecesor.
En Quintana Roo, la administración federal inició con un aparente “enfriamiento” de las relaciones, apariencia que se generó porque, en los últimos meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la presencia de este en el estado fue casi permanente, así como de la mandataria estatal, Mara Lezama Espinosa, en la conferencia matutina del hoy ex presidente. En contraparte, hasta ahora, la primera mujer en gobernar las tierras quintanarroenses no ha estado presente allá en las conferencias de Palacio Nacional, pero, justo dos semanas antes de concluir el 2024, llegó Sheinbaum Pardo a Chetumal, en donde encabezó un evento como nunca se ha visto en un presidente de México por estas tierras -incluidos los tiempos de López Obrador-; con casi la mitad del gabinete federal en la capital estatal.
Y es justamente ese nivel de relaciones que habrá de mantener. Ese nivel de interacción para la gobernabilidad; esa conjunción de esfuerzos para lograr concretar los proyectos federales y proyectar el futuro. Sin duda, habrá quien apueste por la lejanía entre la presidenta y la gobernadora; hay quien espera que, en esa refundación de la relación, puedan colarse nuevos actores políticos a la competencia por el futuro y, el régimen en curso deberá esmerarse en cuidar aliados y cimentar acuerdos y no realizar más imposiciones. No son ya los tiempos de los “manotazos en la mesa”, sino de los respetos mutuos.
En esa tesitura, habrá que considerar que los enemigos de la 4T no están en la débil estructura partidista (supuestamente) opositora, sino al interior de Morena y sus partidos aliados; precisamente con base en ello, el escribiente afirma que, este 2025, es el año de los acuerdos, del reparto equitativo, de la construcción de proyectos y no precisamente “únicos”, pues estos últimos, con un nuevo gobierno federal y el afianzamiento de relación entre el estado y la federación, son precisamente los primeros sacrificados. ¿Qué haría que la mandataria federal, por ejemplo, aceptase que la “candidatura única” estaba ya definida desde antes de que ella llegara? ¿Por qué aceptar que los futuros gobiernos municipales ya se repartieron, desde antes de su gestión? Y, más aun, si esos espacios le son útiles para negociar acuerdos en poderes como el Legislativo federal ¿Por qué no echar mano de ello? Ojo pues, el 2025 es clave, después de este año, todo lo demás son consecuencias; por ello es que, en las últimas semanas, los ánimos electoreros se han desatado.
Claro está que, también en materia gubernamental, el año que inicia deberá ser el de la consolidación, la gobernadora Mara Lezama Espinosa, lanzó un mensaje de felicitación por el año nuevo en sus redes sociales, en el que afirma además ese compromiso. Pero en términos llanos, habría que señalar que, ya en el 2026, comenzarán los movimientos en el gabinete con miras a la sucesión, el acomodamiento de los funcionarios en aras de una entrega- recepción ordenada y el “alineamiento” de estrategias con miras a la competencia por el poder. En suma, 2025 es un año para gobernar enteramente, los demás, ya son para preparar la salida.
Por último, hay que decir que la postura más difícil se presenta ahora para el régimen en curso, porque no hay elección en puerta y, aunque pretextos no faltan, el 2025 debe ser un año dedicado enteramente a la administración pública. En contraparte, los que están fuera -por decisión o por no haber sido integrados al “círculo cercano”- tienen toda la posibilidad de acentuar su presencia electoral. Con todo ello como contexto, remarca el escribidor, es tiempo de acordar y no de dar manotazos en la mesa, se tiene el tiempo suficiente, tanto a nivel nacional, como local. Al tiempo.
COMENTARIO MORBOSO
Por cierto, en ese aparentemente tranquilo 2025, la única elección que estará en curso será la de los espacios del Poder Judicial y en Quintana Roo ya han aparecido nombres de personajes bastante impresentables que pretenden hacerse de su “patente de Corzo” para la “compraventa” de justicia, ya le iremos comentando.}
Pero también, habremos de conocer en las siguientes semanas, la postura de la administración local, con respecto a la desaparición de órganos autónomos que tienen su referente en los federales, cuya extinción es un hecho y que operarán, administrativamente, sólo hasta abril del presente año. ¿A poco en lo local los van a seguir “dejando vivir”? sería como brincarse una instrucción; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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