A AMLO, le estorba la Corte
Por Arturo Ríos Ruiz
* También el ministro Pérez Dayán
* Pretende eclipsar la constitución
Los organismos constitucionales autónomos son indispensables para el equilibrio del poder; garantizan derechos, consolidan la vida democrática en México, coinciden autoridades y conocedores de nuestra reglamentación. Al presidente le estorban para sus fines de más poder.
AMLO, desde su inicio, comenzó a desaparecer organismos, ya lleva 43, unos por su calidad de contrapesos, base democrática para el avance político y otros para aumentar caudales para utilizarlos con fines clientelares a través de dádivas para amarrar simpatizantes. “Adeptos” políticos con dinero oficial.
Ayer dio a conocer una veintena de propuestas en dos sentidos, unas con señuelo social y otras, las que le interesan en realidad, desmantelar el poder judicial, con el contenido de que los ministros serían nombrados a través de encuestas, en las que cabe el sistema de manipulación.
Ése es el objetivo, nada de Democracia sino maniobra para carecer de contrapesos que le estorben para asignar. Ello encierra la real persecución, mandar imperiosamente y caminar a un socialismo de imposición.
El mandatario se ha ensañado contra el ministro Alberto Pérez Dayán, calificándolo de enemigo público número uno de la administración, al igual que sus jilgueros legisladores Morenos; porque con su voto de calidad desde la Segunda Sala de la Corte, declaró inconstitucional la reforma eléctrica presidencial.
Otro mensaje muy sugestivo del presidente fue no acudir al festejo del aniversario de la Constitución, celebrado en su cuna, Querétaro, marcando su raya de la aversión con el mensaje que pretende desde hace tiempo imponer otra adecuada a su pretensión y eliminar la condición constitucional actual.
Pero Pérez Dayan, en su mensaje del lunes en Querétaro, dijo que el Poder Judicial debe estar alejado de la política “y no arrojarlo al fondo de ella para que no resulte un juego de las pasiones”. Una respuesta oficial sin aparente destinatario, pero con claridad a quién fue.
Es sencilla la deducción del presidente, desea su propia constitución cargada hacia un socialismo personal y ponerse al igual que Cuba, Nicaragua, Colombia y Perú con el intento de la búsqueda de un liderato a nivel de Latinoamérica y continuar en vigencia, además de mangonear a quien pretende imponer.
Se ha repetido desde múltiples puntos de vista de la observación general, que nuestro mandatario, desde que llegó, su pasión ha sido permanecer arropado en el inmenso poder presidencial, ya sea con él en la cima o bajo su potestad.
Analicemos que es un patrón en el establecimiento de un régimen dictatorial: al fallecer Fidel Castro Ruz, continuó su hermano Raúl, al irse para siempre Hugo Chávez, siguió Nicolás Maduro, su incondicional y en nuestro país, AMLO pretende dejar a Claudia Sheinbaum, su hija política.
Las elecciones en nuestro país están ya casi en la esquina y el presidente se apura para lograr ganar otra vez como fue su plan concebido desde que comenzó en 2006 con su aspiración presidencial y una vez ya en Palacio en 2018, debió pensar: “De ahí soy, hasta morir”.
rrrart2000@hotmail.com y Facebook
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